05/12/2017

Actriz barilochense se abre camino en México

- EMPEZO EN LA LLAVE Y EN ALONDRAS -  Natasha Luna hizo sus primeras armas en el taller de teatro de Rubén Fernández y bailó durante años en la Fiesta de las Colectividades. Después de un paso por Buenos Aires, ahora la convocan desde Televisa o TV Azteca.

Actriz barilochense se abre camino en México
Empezó de muy chica en Bariloche y se perfeccionó en Buenos Aires.
Empezó de muy chica en Bariloche y se perfeccionó en Buenos Aires.

Quizá Rubén Fernández y Lili Caggiano la recuerden porque después de todo, Natasha Luna es muy joven y no hace tanto que pasó por los talleres de teatro en la Biblioteca Sarmiento o por las clases del Instituto Alondra. Pero desde mayo de este año y por decirlo académicamente, “la rompe” en la televisión y el cine mexicanos, después de una etapa también intensa en Buenos Aires. El canal 5 de Televisa acaba de estrenar “Dogma”, serie en donde la barilochense desempeña un rol central. Esa fue la excusa para el intercambio de correos electrónicos con El Cordillerano

EC: - ¿Cómo fue el camino (artístico) que te llevó a México?

NL: - México fue siempre para mí un destino de interés, siempre desde la Primaria me intrigaba mucho su cultura. Luego, al empezar mi carrera artística dos agencias me ofrecieron traerme para trabajar pero como yo estaba estudiando (Licenciatura en Actuación en la UNA y Comunicación Social en la UBA) mi prioridad era terminar mis carreras. Una vez que las terminé, la verdad es que estaba cómoda en Buenos Aires haciendo teatro, comerciales y más espaciadamente, cine y TV, pero la espina de México había quedado ahí. A fines de 2015, con el cambio de gobierno la economía se contrajo mucho y afectó al medio publicitario, empezó a haber muy poco trabajo, además de que la situación política me afectó mucho. Se veían venir los aumentos de impuestos que ya no iba a poder pagar, así que mi cuenta de actores en cero fue el impulso perfecto. Por suerte, tengo un primo acá (en México) que me recibió y algunos conocidos que me asesoraron. Fue llegar, esperar unas semanas mi visa de trabajo y empezar a hacer castings, como en Argentina pero potenciado por mil. Acá el mercado es enorme y la competencia también. Llegas a hacer hasta 10 por día en esta ciudad, que es un monstruo y de a poco vas conociendo gente y viendo los caminos. Lo increíble es que de repente haces un casting de un producto equis y el siguiente, llegas y te enteras que es para una película de (Alfonso) Cuarón. Eso es increíble. Además, hay cierta accesibilidad que en Buenos Aires no existe. Digo, sacas cita y podés ir a TV Azteca, Argos, Televisa, te reciben el material y te hacen casting, cosa que en Argentina es muy difícil.

EC: - ¿Desde cuándo estás allí y cómo te fuiste insertando en el ámbito teatral o televisivo?

NL: - Estoy acá desde mayo de 2016 y la inserción es de todos los días, a fuerza de mucha voluntad y persistencia. Lo bueno de irte a otro país es que renuevas las energías, es sentirse un poco adolescente otra vez. Todo es nuevo, fue para mí recordar el llegar a Buenos Aires, esa sensación de que tienes el mundo por delante. Es aprovechar esa nueva energía, es también una oportunidad de recrearse, de preguntarse quién quieres ser y al estar en un lugar nuevo donde nadie te conoce realmente, es una experiencia donde todas estas preguntas aparecen y te hacen crecer mucho, es renovador. Además, México tiene una energía muy potente, es un país transformador, todas las culturas prehispánicas con todas sus fortalezas están a la vuelta de la esquina, es para mí un país surrealista en el sentido que el plano terrenal está mucho más conectado con un plano espiritual. Lo primero que hice en ficción fue una participación en la segunda temporada de “Club de Cuervos” y lo segundo es esta serie “Dogma”, que acaba de estrenar canal 5 de Televisa. Lo importante para mí es que fueron mis primeros textos en acento neutro-mexicano, yo lo venía practicando desde antes de llegar pero también es un tema que confíen en que lo tenés bien afianzado siendo extranjero. Así que en “Dogma” fueron los primeros que confiaron en mi acento y luego extendieron mi participación un capítulo más, así que estoy muy agradecida con ellos. Mi personaje es María del Carmen, la asistente de un falso sanador, su cómplice en sus chantajes y el nexo con los fieles (https://www.youtube.com/watch?v=Xo96q0dFdg8). Ese es mi primer capítulo, el otro no salió todavía.
Después salieron algunos comerciales y me regresé a la Argentina muy cansada de la ciudad y con muchas dudas sobre regresar o no a México. Estaba teniendo en Buenos Aires entrevistas para dar clases de teatro en inglés en colegios, cuando me llaman para grabar para TV Azteca un unitario de comedia: “Mil formas de amar”. Después de algunas complicaciones, pude viajar y llegué para grabar la semana siguiente mi primer personaje importante, Lorena (https://vimeo.com/222911681). Así que México me trajo de nuevo, renové mi permiso de trabajo hasta 2020 y así seguimos. Este año participé en “El Señor de los Cielos”, “Macarena” y una peli que no sé cómo se llamará pero estaba como “Mi generación”. Además de varios comerciales importantes como este último que acaba de salir (https://www.youtube.com/watch?v=MXNZJDHqySY)

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Made in Bariloche

EC: - Antes de partir, ¿qué habías hecho en Bariloche o la Argentina?

NL: - Como digo siempre, soy actriz de nacimiento. En Bariloche siempre estaba pendiente de todo lo que había en teatro para ver y para hacer. Recuerdo mucho que iba a las clases de La Llave por ejemplo, y nos hacían jugar e improvisar pero yo quería “hacer teatro en serio”. Obviamente que el juego es parte de todo el proceso, pero como niña quería obras y guiones y todo. Bariloche me dio mi primer maestro: Rubén Fernández y mis primeras experiencias en las tablas. “La casa de Bernarda Alba”, de (Federico García) Lorca hicimos un año y “300 millones”, de (Roberto) Arlt otro año. Recuerdo con mucho cariño la Biblioteca Sarmiento, el teatro, los sonidos, los olores. Las clases eran los martes, me acuerdo de salir con el frío súper tarde, al lado del Nahuel. Además, hice danza clásica en Alondra con Lili Caggiano durante 10 años. Me recibí de maestra y bailé varios años para varias colectividades en su fiesta, así que mis primeras experiencias artísticas fueron en mi ciudad, las que recuerdo con mucho cariño. Cuando terminé el colegio (3, 4 y 5º Don Bosco y CEM 46 1º y 2º) me fui a estudiar a Buenos Aires con la idea de ser actriz pero también tenía muchas otras inquietudes. Quería estudiar Cine y Comunicación Social, así que me inscribí en cinco carreras, hice los exámenes y ese año en el IUNA no entré pero me sirvió para darme cuenta que sí quería estudiar ahí, así que ese año hice el CBC de Comunicación y empecé con Cine en el IDAC (Universidad de Cine de Avellaneda). Al siguiente año sí entré y seguí con las tres, hasta que en el 3º ya dejé Cine y me enfoqué en las otras dos. Durante ese tiempo ya empecé a hacer castings y cortometrajes. Podemos decir que en Buenos Aires desde 2007 hasta que me vine aquí siempre estuve con proyectos (Natasha adjuntó parte de su trayectoria pero no hay espacio para reproducirla, de tan extensa). Prácticamente, siempre estaba con un comercial en tanda, una obra en cartel y ahí el coqueteo con el cine y la TV.

EC: - ¿Qué lugar ocupa Bariloche en tu sentir - pensar?

NL: - A cada persona que me pregunta y le digo que soy de Bariloche, los que conocen les brillan los ojos y no lo pueden creer. Bariloche en mí es un lugar de refugio y paz, es reencontrarme con mi yo niña y adolescente, es conectar con la naturaleza al 100, ir a los refugios y de campamento son mis actividades obligadas cuando voy. Es descontaminarme de la ciudad, del aire, del agua, del ruido. Es mi lugar de descanso y de familia, del calor del hogar. El Manso, el río Azul, el Tronador, son de mis lugares preferidos en el mundo y es una felicidad inmensa cada vez que puedo estar ahí. Cada vez que voy, veo a mis amigas formando sus familias y lo diferente y tranquila y hermosa que es la vida allá. Me pregunto cómo sería si me quedase… Por ahora mi carrera me tira más y tengo más mundo que recorrer. Igual Bariloche como vacaciones, como refugio, como descanso o como posibilidad de regresar, siempre está.

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