En Bariloche los campeones llegan desde lejos

Por Daniel Pardo
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Lacar salió campeón y lo hizo con siete puntos de distancia sobre el segundo, Cruz del Sur. Restan aún dos fechas para finalizar el certamen. Una distancia considerable en estos tiempos de nivel parejo y pocos sobresalientes. El podio se completa por ahora con Estudiantes Unidos en el tercer puesto (13 puntos). El equipo neuquino, además, venía de una prolongada ausencia en la Liga de Fútbol local y su clasificación significa que, por primera vez en su historia, San Martín de los Andes tiene un representante en el Federal C.

Luego de repasar los últimos campeones en el fútbol de la Liga, nos encontramos con equipos que no se gestaron en Bariloche. La última vez que un equipo barilochense se consagró campeón fue en 2015 cuando Cruz del Sur superó por penales a Dina Huapi. Luego, vinieron dos torneos para el equipo de Federico Aranea y el domingo se consagró -con comodidad- el de San Martín de los Andes. Y en la B, también protagonizan los visitantes. Deportivo Cristal y Refugio, ambos de El Bolsón, discuten con 24 y 22 puntos los ascensos a la Primera División.

Ensayar cualquier respuesta a esta particularidad sería incompleta por la inmensa cantidad de variables que influyen en la construcción de un colectivo futbolístico que busque reunir los méritos necesarios para ser competitivo, entre pares que buscan lo mismo. ¿Pasará sólo porque en otras localidades sucede la división de esfuerzos y jugadores en una menor medida? O influye también la relación de los jugadores con su club por una relación más sólida con su ámbito de pertenencia.

El técnico campeón, Pablo Muradián, tiene su idea al respecto. “La situación de Bariloche es más compleja porque tiene más oferta, un torneo de Futsal que es muy fuerte, y otras ligas locales”, explicó y entendió que estos son motivos que influyen a la hora de acaparar la atención deportiva de los jugadores.

A diferencia de lo que puede suceder en San Martín de los Andes, en Bariloche no existe un club que esté impulsado por representar a la ciudad. Sí a un barrio, algo que la Asociación de Deportes y Fútbol Libre experimentó con éxito, o a una institución. El sentimiento de pertenencia y la representación fuera de la ciudad podrían significar una pieza estimulante en el análisis general. El compromiso que despierta sentirse parte de un colectivo determinado influye, seguramente, en el ensamble de piezas para la persecución de un objetivo definido.

El técnico de Torino, Ariel Lovera, vivió la experiencia del fútbol barilochense cuando jugó en Cruz del Sur, y ahora conduce al equipo de El Bolsón. Ariel prefiere elegir el escenario particular del último torneo para explicar los resultados. “Lacar salió campeón porque no hubo ida y vuelta. Si son más partidos, es probable que Cruz del Sur lo alcanzara. Y cuando tenés revancha, ya conocés al rival, por lo que se hace más sencillo encontrarle los puntos débiles. A Lacar se le dieron las cosas”, opinó. Más allá del caso puntal, compartió con el técnico del equipo neuquino que la proliferación de ligas barriales debilitan a los clubes federados. “Acá cuesta también porque tenemos ligas barriales grandes. Eso te lleva muchos chicos. Y ni hablar en Bariloche con ADEFUL que tiene una propuesta muy linda, familiar y con infraestructura”, explicó.