30/11/2017

Daniel García, 30 años de artesanía en madera

- TAMBIEN OBTUVO UNA BECA DEL FNA - Los objetos utilitarios que el artesano piensa como un tránsito hacia una faceta más artística de su labor, sedujeron al jurado del organismo nacional. De acá a un año profundizará su creación, con más sentido estético que cuantitativo.

Daniel García, 30 años de artesanía en madera
El artesano becado, en la recepción de este diario.
El artesano becado, en la recepción de este diario.

Por Adrián Moyano
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Con un proyecto para producir objetos utilitarios a partir del trabajo artesanal de la madera, Daniel García se convirtió en uno de los barilochenses que accedió a las Becas a la Creación Artística del Fondo Nacional de las Artes (FNA). Vecino del Ñireco, el artesano entiende al estímulo como un reconocimiento a la tarea que desarrolla desde hace tres décadas y como un empujón hacia una mirada más artística de su labor creativa.

En la recepción de El Cordillerano, García le explicó al cronista los alcances de su iniciativa: “presenté un proyecto de artesanías en madera. Fue el tercero, porque había presentado otros dos anteriores que estaban relacionados con otras disciplinas que estoy tratando de abordar de manera experimental pero no salieron. Dije: la tercera va a ser la vencida… Pero volviendo a mis raíces, que son las artesanías en madera”.

Entonces, el que convenció a los jurados del FNA “está basado en eso, con algunos agregados que fui haciendo con otros tipos de materiales más modernos. Hice una descripción bastante sencilla sobre el proyecto, presenté fotografías de algunos trabajos que ya tengo hechos. En mi vocación de artesano en madera llevo unos 30 años de trabajo, así que llegó un reconocimiento que está bueno”, resaltó García.

En definitiva, por el lapso de un año “voy a hacer objetos utilitarios y decorativos variados, combinando distintos tipos de madera con algunas características técnicas especiales, como la incorporación de bisagras de madera, laminados de madera muy finos en cuanto a espesores. En algunos casos, también uso maderas finas en cuanto a su estética y ante la vista… La particularidad de muchos de los objetos es que tienen bisagras y mecanismos de cierre hechos en madera, integrados a la geometría de las piezas. No sobresalen, no pasan por fuera de los cuerpos de los objetos”, describió.

Para el artesano “las fotos que mandé de esos objetos tienen mucho que ver con el otorgamiento de la beca. Presenté jarras chop de madera que vengo haciendo desde hace mucho en Bariloche, estuchería de madera y estoy haciendo mesas con tableros que tienen trabajo de marquetería en madera pero también otros materiales plásticos que son muy bonitos a la vista”. Al reconocimiento “lo tomo como un paso previo a volcarme directamente a una actividad artística porque en los últimos años la vengo incorporando a mis trabajos pero no puedo desarrollarla a pleno por falta de recursos o tiempo”, señaló.

Hacia una muestra

La beca del FNA no establece condicionamientos. “En el proyecto describí los objetos que voy a hacer con cantidades dentro de lo que sean mis posibilidades productivas, no tengo precisado cantidades específicas... En algunos casos, algunos trabajos ya están empezados porque ese es mi capital: trabajo que vengo haciendo desde hace muchos años”. Para cuando la confección llegue a su término “estoy pensando en empezar a buscar posibilidades de mostrar mi trabajo y de darlo a conocer”, es decir, en una muestra. “Me he dado cuenta de que eso requiere gestión, no es fácil y no tengo la experiencia pero de a poquito lo voy a ir haciendo y hay personas que en ese aspecto, me pueden llegar a dar una mano”, apuntó García.

En relación a su trayectoria, los objetos que becó el FNA marcan “una innovación. Yo descubrí mi vocación artística a los 7 años, es decir, exactamente hace 50 pero después me distraje, anduve por otros lados, crié hijos y ahora nietos. En esta última etapa retomé con intensidad mi vocación artística y empecé a hacer un trabajo de fusión, entonces trato de integrar a mi rama principal que es la artesanía con la madera con otros materiales y con fotografía o escultura, haciendo lo que me dé la gana hacer. También estoy organizando un poco una especie de neurosis creativa que tengo porque las ideas me vienen a borbotones y no las puedo ordenar. Di un pequeño pasito que para mí es fundamental: empecé a anotar todo y a archivar. Antes me quedaba todo en el aire”, dijo García, no tan en broma.

Para el artesano – artista, recibir la Beca a la Creación “tiene relevancia porque más allá del estímulo económico, que no es una cifra impresionante como para hacer todos mis proyectos, es interesante en cuanto al compromiso que a uno le genera. Es valiosa como ayuda económica pero para mí es muy importante porque engancha con un aspecto mío que es tomar al arte como un propósito de vida que me trasciende a mí mismo como persona y como artista porque a mí no me interesa ser una personalidad dentro del arte”, aclaró.

Desde una perspectiva más general “lo engancho también con un cambio en nuestra forma de vida porque creo que la civilización está en un rumbo de colisión, todos los que tenemos un poco de conciencia lo podemos ver. Mi intención es poner esa energía a pulsar por un cambio para mejorar y cambiar ese rumbo de colisión en el que vamos”, anunció García. Entonces, que tenga suerte en su cometido

Madera que sensibiliza

La relación que mantiene hace 30 años Daniel García con la madera “tiene mucho que ver con los sentidos, en primer término con el tacto”, señaló. “Mis dedos tienen una motricidad fina bastante desarrollada, entonces tocar la madera es mi medio, es mi ámbito: el taller, las herramientas…

Después, la vista también es importantísima porque estimula la creatividad y los pasos a seguir, que a veces se van encadenando. Además, la madera me llega mucho a través del olfato porque cada madera tiene un olor muy particular. No lo sé describir pero sensibiliza una parte de uno que quizás, hasta era desconocida. El olor de la madera me llega muy profundo”.

El ahora becario describió por último en qué trabajará al amparo del FNA. “Los estuches son esencialmente eso con un cuerpo formado por una base y una tapa, ambos cuerpos vinculados por un par o más de un par de bisagras y algún mecanismo de cierre. El uso tiene que ver con el que cada uno encuentre práctico… Después, jarros de cerveza que empecé a hacer hace 16 años, de manera laminada que tienen una sincronía con lo que está pasando a nivel local con el crecimiento explosivo de la cerveza artesanal, aunque para mí son más objetos artísticos para coleccionar.

También tengo un artículo pequeño, una pieza que funciona como señalador para agendas o libros”, enumeró.

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