Un Café Literario que despertó la creatividad

Cabe mencionar el gran esfuerzo que hace la comunidad educativa de esta institución al momento de organizar eventos, porque no cuentan con un espacio lo suficientemente amplio como para participar todos al mismo tiempo. Es por ello que lo que planificaron fue desarrollado en diferentes sectores de la planta baja, incluida la Sala de Profesores, que se transformó en un cine, y las actividades teatrales en el tercer piso.

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Carla Pontillo, profesora de Lengua desde hace tres años en la 45, fue una de las organizadoras del Café Literario y comentó a El Cordillerano que “diseñamos una sala de Literatura, una de video ambientada con la temática del Terror y audios de relatos. La percusiva con modalidad de taller, la de caligramas y la mixta con un cadáver exquisito gigante y una sección de mosaiquismo con revistas”. Una curiosidad que quizás los jóvenes no conozcan demasiado, fue el radioteatro. 

La idea fue que todos circularan libremente por cada sala, que estaban numeradas, y se calculó un promedio de quince minutos en cada una. Al ingresar les colocaban a cada alumno un pequeño sello, así los chicos que al finalizar la jornada tenían las ocho marcas –que significaba que habían completado el recorrido-, entraban en un sorteo por hermosos premios. Una idea creada como incentivo, aunque apenas iniciada la actividad el interés de los jóvenes demostró que no era necesario. 

Recordamos que la Nueva Escuela Rionegrina Nº 45 es con Modalidad Musical por lo que la sensibilidad y la creatividad, entre sus alumnos, es algo cotidiano. Tienen una dinámica diferente en cada clase, por eso recibieron de muy buen grado la propuesta del Café Literario, y colaboraron en el armado.

Apelando a esa creatividad es que cada sala funcionó como un disparador, para que cada uno deje su huella al recorrerlas. “La de literatura creativa cuenta con muchos incentivos, palabras e imágenes, un lugar creativo cuyos trabajos se compartirían al finalizar la jornada”.

Cada espacio estaba dispuesto para crear, con lápices, pinceles, fibrones y muchas hojas y cartulinas en blanco, el cadáver exquisito es un pergamino gigante donde cada uno escribe una frase y luego se va enrollando de manera que no se ve la anterior, al finalizar se lee en su totalidad, quedando una historia contada por muchos participantes.

En la sala de Terror se tenía acceso a los audios de cuentos escritos, ambientados y grabados por los chicos, en el tercer piso del edificio.

Los escritores

Los tres escritores locales invitados fueron Silvia Urtubey, autora de “La rebelión de la muda”, quien compartió uno de los textos de su libro, Ariel Navalesi con la lectura de cuentos cortos, y Sergio Rulo, uno de los grandes referentes de la narración oral, quien comenzó su carrera con cuentos para niños. Ellos dieron un breve pantallazo de sus vidas despertando gran interés de los alumnos.

Luego se abrió el momento de las consultas dirigidas a los tres artistas, algunas de las cuales rondaron la inquietud de cómo fueron sus inicios con las letras o de qué autores los inspiraron.