El Catango llevará tango al Camping Musical Bariloche

Por Adrián Moyano
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Entre los músicos, se suele bromear: “la música es el arte de combinar los horarios”. Bastante ya tiene El Catango con la tarea de pactar sus aprontes de cara al concierto del sábado para sumarle los requerimientos de la prensa, de manera que la charla con El Cordillerano se redujo a Juan Fulgueiras, aunque el “cuarteto atípico” se integra también con Demián Príncipe, José Argañarás y Gabriel Cortez. La formación sonará desde las 21 en el Camping Musical Bariloche.

El momento del conjunto se define por los logros. “Estamos viendo en los últimos ensayos que venimos encontrando ese sonido que buscábamos últimamente, sobre todo con los invitados. Son muchos y hay que hacer todo un trabajo de arreglos y de ensamble para cada uno, para que la cosa suene y se pueda lucir. Es un trabajo que por suerte, nos está dando mucha satisfacción. Esperemos que quede plasmado el sábado”, deseó el guitarrista.

Pero más allá de la trascendente cita en la sala Rautenstrauch, “El Catango está cerrando un año de trabajo bastante puertas adentro, que tuvo que ver con limar algunas cuestiones, con encontrar algunas sonoridades de género y de dinámica, que es lo que más nos interesa trabajar y lograr casi al nivel de la obsesión. Pero lo venimos logrando y estamos muy contentos, entusiasmados. Que venga mucha gente el sábado y que sea una fiesta”, deseó Fulgueiras.

Recordó el inspirador del proyecto que “la idea del cuarteto típico es que pueda plantear una sonoridad que tenga que ver con aquellos conjuntos de guitarras tradicionales, pero aportando una visión un poco más personal y característica, en lo que respecta al tipo de dinámicas y las formas de armonizar. Si bien son del género, tratamos de que vayan tomando un carácter propio. Tratamos de tomar más la variación de tempo que tienen las orquestas y no tanto la de los conjuntos de guitarra, que suelen tocar más a tempo, con el marcato un poco más parejo”, enseñó el músico que además, es precisamente docente.

En El Catango “tratamos de buscarle matices a la dinámica del pulso… Trabajamos mucho sobre esa idea para ver qué tenemos para decir y para explorar dentro de esos parámetros. Muchas agrupaciones de tango trabajan en una cuestión bastante derecha, de hecho la orquesta de (Juan) D’Arienzo tenía una premisa más rítmica y constante. Lo que tratamos de hacer acá es que sea la escucha lo que rija lo que está pasando: que para cada uno de los instrumentos a los que les toca cantar en algún momento, el arreglo pueda tener cierta libertad y que el resto esté muy pendiente de adónde pone el tiempo del compás, adónde estira una nota o adónde adelante otra, para estar todos conectados… Eso lleva mucho tiempo y trabajo, pero va y nos pone contentos”, confió Fulgueiras.

Lentos pero firmes

La conformación del repertorio tiene íntima relación con esas búsquedas. “Esta etapa es de afianzamiento de la propuesta y de cada uno de los instrumentistas. Tiene que ver con repertorio que tradicionalmente es hecho por conjuntos de guitarras, entonces tratamos de ir con pasos lentos pero firmes, pasando esas páginas, donde tenemos un estética que conocemos y podemos trabajar. Las adaptaciones de obras que son más orquestales son un poco más complejas, así que las vamos tomando con precaución, seriedad y respeto”, señaló.

De cara a la cita del sábado, “en el caso de los invitados, que tenemos muchos y muy buenos, la elección está desde su parte, porque es una invitación a compartir. Es como si invitáramos a nuestra casa y preguntamos qué quieren comer… Entonces, en base a lo que quieran cantar, buscamos la propuesta. Tenemos algunos arreglos que son bien orquestales porque son temas que se hacen con orquesta, más alguna cuerda invitada... Habrá muchos cantores y nosotros nos supeditamos y adaptamos a que el arreglo tenga una concepción propia de guitarras y que respete la sonoridad del cuarteto, pero aplicándolo al tema que quiera cantar el cantor”, definió. Con sus búsquedas incesantes, El Catango siempre tira para adelante.

Responsabilidad y apertura

Juan Fulgueiras prefirió no poner en común cuáles serán los artistas invitados en el concierto del Camping Musical. “Está con un velo de misterio, vamos a tratar de mantener cierta magia en el show y que la gente se vaya encontrando con cosas inesperadas y lindas. No vamos a develar a los invitados que vamos a tener”, señaló categóricamente. “Son colegas, músicos muy talentosos que básicamente, escuchan la propuesta y se acercan a decir que quieren cantar con nosotros. Eso nos pone muy contentos y a medida que podemos generar el tiempo para armar los arreglos y ensamblarlos, que es mucho trabajo, vamos invitándolos. Muchos ya hicieron cosas con nosotros y otros, tenemos muchas ganas que lo hagan”, anheló.

Tocar en la sede de institución tan trascendente y tan cercana a la música académica, es para El Catango “una gran responsabilidad pero a la vez, una apertura. Entonces por un lado nos motiva mucho estar en un buen nivel y preparar algo que sea interesante para los que van pero a la vez, está la cuestión de defender la música popular y darle el lugar que se merece, junto a la música académica”, definió Fulgueiras.

El propósito “es igualar para arriba. Creo que es lo que muchos músicos populares hacen y los tenemos como referentes: han llevado a la música popular a lugares muy altos para que se le valore como se merece, porque es la música de los pueblos... Música muy real y auténtica. Entonces, tener la oportunidad de estar en un lugar tan lindo que suena tan bien, asociado con la música académica, nos llena de alegría porque es llevar nuestra música popular a otros ámbitos. Eso habla de apertura, que es lo que se está necesitando”, consideró.