05/11/2017

Dos muestras notables en La Llave

- “MILAGRERAS” + “RANDOM” - La primera tiene como expositora a Cris Rocha, la segunda a Raúl Santiago Díaz. Una pone a consideración entrañables santas paganas desde la pintura, la otra se adentra en los enigmas de la geometría sagrada desde la escultura.

Dos muestras notables en La Llave
Los expositores, casi en el corazón de las muestras.
Los expositores, casi en el corazón de las muestras.

Por Adrián Moyano
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El ingreso a La Llave es cada vez más una sala de arte y menos un hall. Durante noviembre, alberga “Milagreras” y “Random”, de Cris Rocha y Raúl Santiago Díaz, respectivamente. Unas entrañables santas paganas con altares y todo por parte de la primera. Estructuras que replican los enigmas de la geometría sagrada en el caso del segundo… Acierto en la convocatoria de Viviana Dziewa, docente de la escuela de arte y coordinadora hace un lustro de las muestras.

“Se llama Milagreras, es una serie de seis santas paganas, inventadas”, describió Rocha en cuanto a su propuesta. “Hace años que las vengo pintando, hará unos 10 que empecé con la primera: Un milagrito… Hago las pinturas y después las imprimo en forma de estampitas y las reparto entre la gente”. Después, “se fue generando una cosa con la gente conocida y los amigos me fueron pidiendo diferentes imágenes”, relató.

Entonces, un tanto a demanda se armó la serie pero “en realidad, yo creo que el poder se lo pone cada uno, a una imagen donde uno puede referenciar algo que pedir o necesitar. Las pinturas son los originales, cada uno tiene su espacio y su concepción como una especie de altar, tomando los aspectos quizá más religiosos pero reconvirtiéndolas a través del arte en algo más propio o pagano”, señaló la expositora.

Precisamente, “la que se llama Un milagrito apareció de la nada, no tuvo un proceso intelectual previo. Estaba pintando en el taller y apareció como un milagrito, como una aparecida. Después, el proceso siguió… Yo no soy religiosa pero a veces tengo la necesidad de poner en alguna imagen u objeto un deseo, una intención, una idea. Eso fue lo que sucedió… Cuando empezaron los incendios hace un par de años en El Bolsón, tuve la necesidad de que tuviéramos una imagen para pedir por el cuidado de la naturaleza… Ahí surgió La guardiana de los bosques. Después, una hermana tuvo un cáncer de teta y armé una Santa Teta para que nos proteja y cuide a las mujeres… Fueron surgiendo por diferentes situaciones cotidianas o necesidad”, explicó Rocha.

Con ese criterio en vigencia, hay que esperar continuidad. “Todavía es una obra en proceso porque va a haber más. Hay amigos que me dicen: tenés que hacer la santa no sé qué porque necesitan algo (risas). Es un poco lúdica la cosa, es un juego, es divertido y creo que a la gente le da una sonrisa. El planteo no es muy intelectual: son lo que son y acá están”. De hecho, el que firma se trajo dos estampitas.

A los saltos

En el caso de Díaz, “la llamé Random porque es como saltar de una cosa a otra, no es el desarrollo de una idea… Por un lado está la geometría sagrada que me apasiona y tiene toda una connotación sobre la creación del universo bajo fundamentos geométricos y científicos. El universo se codifica de una misma manera: desde un caracol hasta un ser humano tienen un mismo código”, enseñó. “Entonces, empecé a tratar de plasmar esas ideas y geometría en algunas obras. Por otro lado, hay talla en piedra y en madera… Hay una obra que se llama Pobreza cero, en homenaje a nuestro querido presidente (risas)”.

A la geometría sagrada “la empecé a ver a través de unos videos de un tal Drunvalo Melchizedek, una persona muy grosa en este tema y en todo lo que tiene que ver con la energía, el desarrollo humano, a dónde vamos y ese tipo de cosas... A partir de ese video empecé a investigar: por ejemplo, la Flor de la Vida está en todas las culturas del mundo y desde la antigüedad, en los egipcios con el mismo nombre. Eso es extraño… No es una cuestión de fe, entonces me metí aún más todavía aunque fe es igual a certeza, no es algo infundado. No es una certeza científica, es de la vivencia”, proclamó.

En sus indagaciones, Díaz encontró que “todo eso estaba codificado y científicamente demostrado. Esto (la creación) no es producto de una casualidad, la Secuencia Fibonacci demuestra que está todo hecho con la misma proporción. Entonces, eso me gustó. Este es un primer acercamiento a la geometría sagrada, tengo ganas de desarrollarlo más todavía”, avisó el escultor, cuyas obras se llevan de maravillas con la iluminación de la sala, al proyectarse sus sombras. No hace falta ser alumno o papá de algún niño de la institución para dejarse atrapar por el diálogo entre milagreras y sacros trazados. Recomendable.

Una bendición

Si bien los dos expositores son vecinos de Villa Los Coihues, Cris Rocha sólo conocía “un poquito” de la obra de Raúl Santiago Díaz. “Estuvimos todo el año tratando de juntarnos y terminamos de juntarnos ayer (por el jueves) acá”, admitió la plástica. “Algo sabía, creo que Vivi (Dziewa) nos juntó no casualmente, porque hay algo que tiene que ver con lo sagrado, con la idea de la energía que uno puede poner en alguna cosa. Eso lo tienen en común, aunque no desde el punto de vista estético, porque su obra (la de Díaz) es muy diferente. Eso también me gusta porque la trama viene por otro lado, es una trama que tiene que ver con el sentimiento, no tanto con la estética”, definió.

Para el escultor, la obra de su vecina “fue una grata sorpresa que se produjo cuando llegué acá ayer (risas). Nunca nos podíamos ver, recién nos encontramos cuando armamos la obra… Lo interesante es eso, el hilo que nos une y a la vez la diferencia. La propuesta de ella es más barroca, más adornada y lo mío más sobrio. El contraste me encanta”, admitió. “Hay como un diálogo… Mientras montábamos, veíamos que cuando se entra, hay un triángulo entre las obras que está buenísimo. Me encanta”, corroboró Rocha.

Para los dos es relevante exponer en la Escuela Municipal de Arte. ”No expongo muy seguido, hacía mucho que no hacía una muestra y justamente, este me parece un espacio hermoso porque es muy contenedor, cobijado bajo la mirada de Vivi, que es una mirada amorosa”, señaló Rocha.

“Por otro lado, el espacio está bárbaro, muy bien iluminado y pasa mucha gente, lo cual es importante. En este día de montaje ya aparecieron un montón de opiniones y comentarios. Es un espacio súper vital”, describió.

”Tampoco expongo mucho, aunque participé en tres concursos”, señaló Díaz. “También me dedico a la música (integra Tres Dedos Deformento) así que todo no se puede porque también hay que trabajar, la casa y ser padre… Entonces, no hay mucho tiempo y son cosas que lo requieren. Este lugar me parece una bendición y es otra bendición la gente que está a cargo de todo esto, llevando las cosas adelante, con la calidez y la atención que tienen. Cuidan todos los detalles”, resaltó. Y se nota.

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