02/11/2017

Dijo estar arrepentido y fue condenado a ocho años de prisión por un homicidio

- JUICIO ABREVIADO: LA SACO BARATA - Estuvo prófugo cuatro años por un homicidio y usó cuatro identidades falsas durante ese lapso para evitar ser detenido. Le atribuían un delito castigado con prisión perpetua, pero en un acuerdo de juicio abreviado modificaron la calificación y le impusieron ocho años. El acusado dijo no haber tenido intención de matar y estar arrepentido.

Gustavo Alba Rivero, un uruguayo de 51 años se declaró culpable por el homicidio de José del Carmen Pereyra, a quien efectuó varios disparos después de irrumpir violentamente en una vivienda, junto a otros sujetos.

El hecho investigado ocurrió el 27 de enero de 2013 en un domicilio del barrio 120 Viviendas. Hasta ese lugar llegaron varios individuos a bordo de una camioneta Honda CRV, para derribar la puerta e ingresar con intenciones de ajusticiar a la víctima.

Junto a Alba Rivero, en la escena estaba su hermano Ricardo y otras tres personas que no lograron ser identificadas. En un momento determinado, Gustavo Alba Rivero efectuó dos disparos contra Pereyra. Las balas dieron en una de las piernas de la víctima y alcanzaron un paquete vascular, provocando una profusa hemorragia que acabó con su vida en pocos minutos.

El hecho inicialmente fue encuadrado en la figura de homicidio calificado por el uso de arma de fuego y en concurso premeditado de dos o más personas, sancionado por el Código Penal con pena de prisión perpetua. Sin embargo, en el marco del juicio abreviado, la fiscalía modificó la calificación legal del hecho, imputándole al acusado el delito de homicidio preterintencional, señalando que no había tenido la intención de matarlo.

En ese contexto, le ofreció al imputado una condena de ocho años de prisión, a cambio de su declaración de culpabilidad. Alba Rivero, manifestó su intención de aceptar la propuesta y explicó “no tuve intención de matarlo, este hecho me ha traído consecuencias que no imaginaba y se me fue de las manos, estoy totalmente arrepentido”. El acuerdo contó también con el consentimiento del defensor oficial Juan Pablo Laurence.

Mientras Gustavo Alba Rivero estuvo prófugo de la Justicia, su hermano Ricardo fue condenado a la pena de tres años de prisión efectiva, acusado de haber participado en el hecho y haber “gatillado” con un revólver que no tenía balas, en la cabeza del exmarido de su pareja. En el juicio abreviado que se realizó en octubre de 2013, el sujeto se declaró culpable y aceptó ser condenado por el hecho.

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