“Leche de burra” para hacer justicia

La denominación de fanzine puede conducir a equívocos, al menos en quienes fuimos editores de fanzines en los 90. Por entonces eran de formatos más bien reducidos, se imprimían como fotocopias o foto-duplicación y los diseños eran relativamente confusos, herederos de la estética punk. En cambio, las publicaciones de “Leche de burra” son de elegancia superlativa, de proporciones generosas y abundan en color. Pero es verdad que al igual que aquellos intentos casi desesperados por decir, aquí los mensajes son certeros y profundamente irreverentes.

La curiosa denominación hace referencia tanto a un colectivo de artistas como a un proyecto multifacético, tributario de aquellas “Heroínas” con que Ruth Viegener nos conmovió un par de años atrás. El “conjunto escultórico” se compone con “18 bustos de mujeres que fueron artífices de la emancipación americana”, recordó la artista en el marco de la reciente Fiesta de la Palabra, pero mutó hacia la investigación desde varias disciplinas que incluyen una faceta editorial y también musical.

En la actualidad, las “Heroínas” están en Bariloche, después de pasar por el Museo Histórico Nacional y por el anexo del Congreso de la Nación. Se las puede visitar en la Biblioteca del Centro Atómico de 8 a 16, previo aviso… Lejos de contentarse con las esculturas, Viegener quiso saber más sobre quiénes fueron aquellas mujeres, meticulosamente silenciadas por las narraciones históricas hegemónicas inevitablemente patriarcales. En primera instancia, contó con la complicidad de Verónica Rapela y Mireya Rivarola, música la primera y artista plástica la segunda. Pero el colectivo se amplió de manera paulatina y sigue con esa tendencia.

La quinta Fiesta de la Palabra vino al dedillo para que “Leche de burra” diera a conocer sus dos primeras revistas. Es que después de las esculturas, las cofrades pensaron en construir biografías de las heroínas para su posterior publicación. Hasta el momento, finalizaron con Mariquita Sánchez y Javiera Carrera. La primera es relativamente conocida por los argentinos y argentinas en su rol de primera interpretadora del himno, aunque después de escuchar a la artista, sabremos que esa representación tiene más que ver con un caricatura que con su real dimensión. La segunda fue hermana de los Carrera y formó parte del ala izquierda de la revolución en Chile, hasta que la derrota de Rancagua incidió en un desplazamiento hacia la derecha en las filas revolucionarias. Tal es así que sus hermanos fueron fusilados en Mendoza, decisión que no fuera ajena a José de San Martín. Ella se vio forzada a un exilio de 12 años en Montevideo.

Mirada astrológica

Si bien en las biografías que elabora “Leche de burra” existe un considerable componente historiográfico, el enfoque es heterodoxo, a tal punto que incluye un costado astrológico. “Es un conocimiento que nos gusta: ver qué pasaba en el cielo al momento de su nacimiento”, compartió Viegener, mientras en la noche del sábado, desde el firmamento barilochense se desplomaban baldazos de lluvia y nieve. El grupo de mujeres se reconoce tributario de la obra de Xul Solar, cuya pintura plena de símbolos, también dialogaba con tradiciones esotéricas. En estos rubros, aportan a las reconstrucciones Gabriela Kanje Izco y Marisa Frati.

Con la intervención de Rivarola, en el SCUM las palabras se matizaron con una proyección, hecha a partir de imágenes que pueden encontrarse en las revistas. El nombre completo de la primera heroína -por orden cronológico en la tarea- fue María Josefa Petrona de Todos los Santos Sánchez de Velasco y Trillo. “De estampa aguerrida”, el primer acto de rebeldía que protagonizó socialmente fue “la elección de su pareja”, nos contó la expositora. Participó de la Reconquista de Buenos Aires que puso fin a la Primera Invasión Inglesa y se valió de una suerte de “feminismo diplomático” que no iba “al choque”.

Además, fue “una activista de la palabra”, “compañera y amiga de la Generación del 37” en los tiempos del exilio montevideano. Si bien no publicó libros durante su vida, para las “Leche de burra” fue “la primera escritora argentina”, como puede advertirse a través de la cantidad de cartas que envió a interlocutores de privilegio, como Juan Bautista Alberdi, Juan María Gutiérrez o Esteban Echevarría. Ese epistolario fue publicado 13 años atrás por una editorial de renombre. Luego de aportar otros aspectos de su intensa trayectoria, las expositoras reprodujeron el tema que a propósito, compuso Rapela. El lector y la lectora pueden buscar Leche de Burra en Soundcloud para terminar de comprender qué tan grandes fueron las omisiones en las narraciones históricas más usuales. Incluso, para dejarse fascinar por heroínas que fueron bastante más desafiantes que aquellos a quienes todavía, tenemos como héroes.

Poder de reparación

“Javiera Carrera no lo pasó nada bien”, introdujo Ruth Viegener. De una expresión suya tomó el colectivo artístico su nombre porque “la leche de burra, como la música, es un alimento que tiene en su esencia el poder de la reparación. Sus propiedades han servido, desde el tiempo de los antiguos griegos hasta la época colonial, para curar tuberculosis, irritaciones abdominales y estados nerviosos”, según puede leerse en las Palabras previas de cada fanzine.

Al retornar de su exilio oriental, Carrera se nutría de leche de burra para recuperar el equilibrio que le fuera birlado. Con su iniciativa e identificación, las integrantes del grupo procuran “sanar la diferencia entre varones y mujeres. Es un proyecto feminista que busca equidad”, proclamó la artista contemporánea, cada vez más investigadora. “Javiera Carrera es un Ave Fénix. El fuego no la consume y logra resurgir una y otra vez”.

El desdén de los nuevos poderosos se concentró en ella porque “construye, junto a sus hermanos y demás ‘exaltados’, un gobierno que propicia la libertad de vientres, incluye a los pueblos originarios, universaliza las prácticas médicas, fomenta la educación organizando en los conventos existentes escuelas para todas y todos y pone en funcionamiento la primera imprenta que edita el periódico La Aurora de Chile para divulgar las ideas de la independencia”. El tema que compuso a propósito Verónica Rapela también puede escucharse vía Soundcloud.