28/10/2017

Tres maneras de festejar la palabra

- DE PASO POR EL SCUM - El puesto de Tribu de Trueno ofrece los trabajos de artistas que pasaron por su residencia artística. El de Librería El Profe pone a consideración libros para chicos y chicas difíciles de localizar comercialmente. En tanto, la escritora de San Martín de los Andes, Irene Lozza, comparte sus propios trabajos.

Tres maneras de festejar la palabra
El equipo de El Profe.
El equipo de El Profe.

Por Adrián Moyano
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Lejos de las facetas más comerciales que, en general, implican las ferias de libros, los puestos que están en el SCUM en coincidencia con la 5ta Fiesta de la Palabra procuran comercializar sus bienes culturales pero con criterios no muy mercantiles. Tribu de Trueno es una residencia para artistas que se hizo presente en el espacio de Moreno y Villegas, al igual que Ediciones de la Ballenita de Tantos Mundos (ver recuadro). La Librería El Profe también aprovechó para venirse desde Dina Huapi.

La primera de las experiencias es realmente llamativa. “El puesto nace desde Tribu de Trueno, que es una residencia para artistas que abrimos con Barby (Visconti), mi compañera. Lo que hacemos es hospedar a artistas de todo el país y del mundo en el futuro, durante un mes para que hagan una producción. La idea principal es que ese tiempo que el artista esté en Bariloche, se conecte con artistas de acá y participe de todo lo que va pasando en Bariloche, no que se quede en nuestra residencia”, describió Sato Cereceda, uno de los mentores del asunto.

Con pocos meses de funcionamiento, “cuando nos enteremos que la Fiesta de la Palabra se iba a hacer en el SCUM, coincidía con la residencia de Leo Gauna, que es un artista de trayectoria que viene de pintar en Japón y en Europa. Su proyecto se llama Ventanas… Queriendo participar en la calle, ya que no se dedicaba ni al graffiti ni al street art, se le ocurrió pintar ventanas y empezar a dibujarlas. Entonces, propusimos que precisamente, Leo interviniera una de las ventanas del SCUM”. La belleza de su trabajo puede apreciarse sin problemas desde la vereda de Moreno.

En cuanto a la oferta, “todas las publicaciones que tenemos en el stand son eso, de artistas amigos que nos vinieron a visitar. Por ejemplo, hay publicaciones de Hideyuki (Katsumata), un artista japonés que vino a la Argentina por un tiempo a mostrar lo que hace. Es muy grosso, vino para acá para nuestra casa, así que lo invitamos a participar, hay unos póster suyos”, invitó Cereceda. “El alma de Tribu de Trueno es esa”.

El emprendimiento reconoce una antigüedad de intensos cuatro meses. “Yo soy de La Plata, Barby es de acá y se fue a estudiar allá. Veíamos que, en Buenos Aires y en La Plata, pasaba de todo pero se generaba una competencia para arriba, no para explayarse. Ahí salió la idea de venir al sur y de mover a todos esos artistas por otros lugares del país; entonces, estamos instalados desde principios de año con una residencia en el kilómetro 12, con espacio para dos talleres: serigrafía y grabado, más pintura. La casa cuenta con tres habitaciones para albergar a los artistas”.

Énfasis en la producción

La intención de Tribu de Trueno es clara. “Principalmente, no queremos que vengan de vacaciones, sino que vengan a producir. La idea es que durante el mes que estén produzcan para a fin de año, hacer una muestra. Estamos viendo si nos dan el SCUM o la sala Frey, sino el FabLab, porque también estamos conectados con ellos. La dinámica de la casa es esa: Barby y yo somos artistas, los dos producimos y, cuando viene alguien, es un lugar donde se produce todo el tiempo. Desde pinturas hasta grabados, serigrafías, dibujo… La disciplina que quieras realizar, siempre conviviendo con otros artistas también de la ciudad para compartir ideas y pensamientos”, insistió Cereceda.

Justo enfrente está el puesto de Librería El Profe, entrañable reducto librero de Dina Huapi. Roberto Szmulewicz señaló que su presencia en la Fiesta de la Palabra –cuando otras librerías faltan hace varias ediciones- se justifica porque “para nosotros, es una oportunidad de conectarnos con la gente de Bariloche, de presentar una alternativa distinta de libros, en particular, libros ilustrados y libros álbum”.

El vecino de Dina Huapi también ponderó “la forma de construir y organizar la Fiesta de la Palabra, me parece que es una propuesta atractiva... Se hace todo razonablemente desde abajo, estamos trabajando en esto desde principios de abril, charlando con las distintas instituciones las propuestas de cada uno. Así, uno se cruza con gente que desconoce, con historias que desconoce, propuestas literarias y referencias de otras cosas que pasan en la ciudad… Conocer todo eso no sólo nos junta un poco más, también hace que el producto final esté interesante. Siempre hay cosas en las que hay que ceder, algunas te gustan más que otras pero bueno, en general, ha sido un desarrollo muy interesante”, insistió.

Para “El Profe”, está bueno dar el presente durante tres días en el SCUM porque “Bariloche tiene un potencial de 150.000 personas. Con que pase el 0,1 por ciento de la población, sería lo que pasa al año en mi local. Yo tengo muchos clientes que son de Bariloche que vienen a comprar allá, básicamente porque estos títulos no se consiguen en Bariloche. Entonces, esta es la oportunidad de volver a encontrarnos y mostrar novedades, además de un material que está muy a tierra con la realidad de los pibes”, resaltó. Dos gratas maneras de festejar la palabra.

Irene Lozza: La ballenita de tantos mundos

Desde San Martín de los Andes, arribó a Bariloche para la 5ta Fiesta de la Palabra Irene Lozza, con su Ediciones de la ballenita de tantos mundos, a la que describió como “una editorial independiente, un proyecto pequeñito, porque distribuimos lo que hacemos solamente llevándolo nosotros, no tenemos otra forma de distribución. La edición es toda mi literatura, llena de colores y de magia”, explicó en un rincón del SCUM.

La escritora se mostró remisa a encasillar su producción. ”Para mí, la literatura es eso: literatura. Se puede decir que hay cosas para niños de distintas edades, también para adultos y para jóvenes por una afinidad de intereses y distintas propuestas, pero básicamente hago literatura. Tenemos libros para bebés hechos en tela pero también cuentan historias, libros de poesía, libros álbum, mucho cuento y una colección para adolescentes que tiene mucho encanto, basada en historias de amor que aparecen en relatos de antiguas culturas del mundo”.

El precedente “fue un proyecto ilustrado por artistas de distintos lugares, así que es una cosa muy valiosa. También hay magia y un poquito de todo”, insistió en cuanto a sus publicaciones. La idea de editar surgió porque “siempre escribí y cuando me cansé de esperar que cada tanto me publicaran, o que no me pagaran, o que me dijeran esto sí y esto no, dije: los voy a hacer yo. Además, tengo la alegría de compartirlos (los libros) porque es muy rico lo que va y viene cuando uno distribuye su trabajo”, señaló Lozza.

La escritora y editora quiso estar en la Fiesta de la Palabra “primero porque somos vecinos, segundo porque me encantó que se llame Fiesta de la Palabra. Me pareció sonoro, importante y adhiero a las fiestas de la palabra. Después, cuando entré un poquito más en la propuesta, me gustó que no fuera una simple feria del libro con intenciones comerciales y nada más. Me gustó que tuviera una mirada puesta en una interculturalidad real, en intercambios cercanos. Además, estoy muy agradecida de cómo me han dado la bienvenida”, señaló, pura alegría.

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