Estrenan obra que homenajea al obispo Enrique Angelelli

Por Adrián Moyano
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Noche de estreno la del sábado. En el Camping Musical Bariloche, el Coro de Cámara Patagonia y la Orquesta de Cámara Nahuel Huapi compartirán escena para entre otras interpretaciones, dar a conocer “Canto a la luz”, obra que lleva la firma de Eduardo Malachevsky, el director de la primera de las formaciones. La cita se pactó para las 20 en la emblemática sala “Rautenstrauch” y asumirá otra particularidad: el nuevo trabajo homenajea al obispo Enrique Angelelli, víctima de la última dictadura.

En diálogo con El Cordillerano, Malachevsky confió que en el conjunto orquestal se congregan “músicos de la Filarmónica de Río Negro que viven en la región. Cada formación va a hacer parte de su repertorio, después haremos alguna obra en común y vamos a estrenar una mía, que compuse el año pasado. Me habían invitado a dar unas charlas en La Rioja sobre mis composiciones, entonces se me ocurrió hacer una obra sobre el obispo Angelelli, que murió durante la dictadura. Se tardó 30 años en reconocer que aquel accidente de auto en el que murió, había sido provocado, es decir, fue un asesinato”.

Confió el director –quien en la actualidad preside también el Camping Musical Bariloche- que “hacía años había leído poemas suyos y pensé en componer una obra en su memoria, porque justo se cumplían 40 años de su fallecimiento. Entonces, hice Canto a la luz, a partir de un poema homónimo suyo. Presenté la obra cuando fui a La Rioja aunque sin interpretarla y ahora, se dio la oportunidad de armarla. Originalmente, fue escrita para coro, percusión y piano”.

Pero no terminó allí el camino creativo. “Luego, un director que dirige coro y orquesta en Córdoba, me pidió que agregara un ensamble de cuerdas y después, a partir de Martín Fraile, que es el director de la Filarmónica de Río Negro, surgió la posibilidad de hacer una versión sinfónica. Lo que vamos a hacer ahora es el estreno de la versión con cuerdas, es decir, coro, ensamble, piano y percusión. Nos va a acompañar Carlitos Casalla en bombo legüero porque si bien mi música no es muy autóctona que digamos, en este caso tiene un tinte dado el poema, que habla de los cerros, la luz y La Rioja”, especificó.

Los de hoy y de todas partes

El cronista quiso saber si había antecedentes similares, es decir, homenajes desde la música académica a víctimas del terrorismo de Estado. “No te podría responder a ciencia cierta pero debe haber. En este caso, en principio la escribí en memoria de Angelelli y de todos los desaparecidos.

No los de acá y de ayer, sino los de hoy y de todas partes. Tampoco se trata de una memoria, sino de un reconocimiento a los familiares. Se llama Canto a la luz y hay un leitmotiv que dice a cada rato: voy buscando la luz en el cerro, voy buscando la luz… Entonces, me pareció muy propio como reconocimiento a los familiares y amigos que inclusive hoy en día, siguen buscando esa luz de justicia, paz y reconciliación”, afirmó Malachevsky.

Estaremos entonces ante un estreno de características muy singulares. “Es la primera vez que se interpreta. Yo soy un compositor académico, mi formación es académica: estudié Composición, Dirección Coral, Dirección Orquesta y Órgano. Tengo alrededor de 20 premios internacionales y nacionales, mi escritura no tiene nada que ver con el folklore o lo popular. Eso hace que mi obra sea en general difícil de interpretar, aunque sea reconocida”.

La complejidad obedece a que el director escribiera “mucha música coral, en varias ocasiones para concursos que he ganado, entonces, cuando uno participa en concursos siempre tiene que haber algún desafío porque si no, no sería premiado. Eso hace que a veces, mis obras tengan un tinte un poco difícil para la interpretación, sobre todo en la Argentina, donde hay pocos coros de nivel que puedan asumir una obra con ciertas complejidades sin problemas”, razonó.

Desde ya, no es el caso del Coro de Cámara Patagonia. “Yo vivía en París y cuando estaba por volver, un grupo de coreutas de acá que habían perdido su director, se comunicó conmigo. Entonces, les tiré la idea de lanzar un coro con características particulares: abocarse a la interpretación de compositores vivos, contemporáneos y académicos. Un poco porque es mi especialidad y también para ofrecer algo distinto, porque en Bariloche hay muchísimos coros”.

Entonces, “en febrero de 2008 comenzó el Coro de Cámara Patagonia. Estamos por cumplir 10 años... Se dedica casi exclusivamente a la difusión de compositores contemporáneos, lo que implica cierto desafío. Yo audiciono, no entra cualquiera a mi coro porque necesito gente con experiencia. Y bueno, he elegido muy bien a mis coreutas, todos han cantado en otros coros o estudian Canto”, señaló. Excelencia que está puesta al servicio de creaciones audaces.

Grandes cosas

El concierto de mañana permite entrever que hay una relación estrecha entre Eduardo Malachevksy y su colega de la Filarmónica de Río Negro. “No lo conocía a (Martín) Fraile. Él es el director pero en este concierto va a estar tocando el violín… En su momento se contactó conmigo porque quería saber qué había en Bariloche, tuvimos una charla y hubo un interés mutuo. A él le interesó que la diera obras para interpretar con la Filarmónica y se fue armando la relación”.

Comentó el director del Coro de Cámara Patagonia que “hace poco gané una beca del Fondo Nacional de las Artes (ver El Cordillerano del martes) y ese proyecto, tiene relación con la Filarmónica porque es para la composición de una obra sinfónica y coral con solista, con músicos rionegrinos. Esta relación (con Fraile) no tiene un año todavía pero tenemos sintonía e intereses comunes, entonces estamos desarrollando cosas interesantes”, avisó.

En efecto, hay que estar atentos a grandes cosas. “La idea de Martín es que el año que viene, para el aniversario de Río Negro que es a fines de junio, cerremos con un concierto en el CCK. Ahí se presentaría esta obra (Canto a la luz) y también se estrenaría la otra que tengo que componer con la beca del FNA. Se sumarían las dos cosas. Entiendo que todavía no se cerró la fecha pero esa es la idea”.

De todas maneras, la dupla piensa en un aperitivo de importancia. “Antes de eso, el deseo es interpretarlas en Bariloche, quizá para el aniversario de la ciudad o en otro momento, hay que ver… El problema es que para la versión sinfónica hay que mover una orquesta de 60 personas y un coro de otras 26. Es justamente una movida… Se tienen que dar las condiciones, el lugar y todo. Estaría bueno que fuera en el Centro Cívico, pero hay que ver”. Crucemos los dedos.