12/10/2017

“Hace décadas las enfermedades eran por no comer, hoy son por hacerlo demasiado”

- PALABRAS DE RECONOCIDA ANTROPOLOGA -  Patricia Aguirre es una reconocida antropóloga especializada en alimentación. Brindará una charla el viernes en el marco de la campaña “Sólo por hoy” que trata la problemática de la obesidad infantil. Consideró que las formas de alimentación son contrarias a nuestra biología. “El 72 por ciento de los alimentos que comemos no existían, o eran ínfimos, cuando se creó nuestra anatomía”. Opinó sobre la industria alimentaria y su publicidad perniciosa.

“Hace décadas las enfermedades eran por no comer, hoy son por hacerlo demasiado”
El viernes estará Patricia Aguirre en la ciudad.
El viernes estará Patricia Aguirre en la ciudad.

Según la antropóloga Patricia Aguirre, cuando pensamos en términos de la comida, aplicamos reduccionismos. Se aplica un análisis en donde sólo se consideran los pesos y centavos; o proteínas y vitaminas. De esta forma se reduce a un solo aspecto. “Cuando comemos, el plato está atravesado por factores biológicos, nutricionales, metabólicos, económicos, históricos”, explicó y agregó que la idea de la charla que brindará el viernes a las 19 en Elflein 340 es intentar ver la riqueza de la alimentación en el tiempo. “Lo que comemos es producto de las relaciones sociales, y a su vez, es algo que va a producir relaciones sociales”, definió. 

Sobre las formas de alimentación, Patricia consideró que hoy es contraria a nuestra biología. Y se apoyó en datos claves. “El 72 por ciento de los alimentos que comemos no existían o eran ínfimos cuando se creó nuestra anatomía”, señaló y dio el ejemplo del azúcar refinado, la harina refinada y los aceites refinados. “Los cazadores recolectores, con suerte, encontraban un panal de abejas una vez por año y eso era la fiesta de la glucosa”, contó. Opinó que hoy consumimos más azúcar de lo que necesitamos. “No sólo eso, comemos en un día más de lo que vio un cazador recolector en un año, a veces en toda su vida”, ejemplificó. 

La antropóloga aseguró que la alimentación crea sociabilidad y también genera enfermedad y, consideró que, de forma paradójica, por primera vez en la historia de la cultura humana se dio vuelta el sentido. “Hace décadas las enfermedades eran por no comer, hoy por comer demasiado. Las enfermedades crónicas que son las pandemias de nuestra época, como la diabetes mellitus, accidentes cardio y cerebro vasculares, algunos cánceres, son producto de cómo estamos comiendo. Se puede revertir”, dijo con optimismo. 

Sobre el exagerado consumo de azúcar, explicó que se transformó en consumo masivo hace 300 años y consideró que nuestro metabolismo no está preparado para la cantidad que consumimos, tampoco de hidratos de carbono, sal “y ni hablar de agroquímicos, conservantes y saborizantes que tiene la comida industrial actual. Por eso digo que hay que cocinar en defensa propia porque la comida casera es una comida controlada”.

Patricia se presentará el viernes a las 19 en Elflein 340 en el marco del trabajo de concientización sobre la problemática de la obesidad infantil, “Sólo por hoy”, para brindar una charla que denominaron: “Qué comemos cuando comemos: la carne nos hizo humanos, los cereales desiguales y el azúcar opulentos”.

Los intereses de la industria alimentaria

“Desgraciadamente, para la industria alimentaria, el combo de sal, azúcar y grasa es un combo infalible”, señaló la antropóloga Patricia Aguirre, y explicó por qué resulta adictivo el consumo de esta propuesta que es atravesada por la lógica de la ganancia y en donde hubo, previamente, un estudio de mercado. “Porque ese combo era lo que no había cuando se formó nuestra anatomía, entonces no tenemos mecanismos biológicos para dejar de comerlo. Por eso, el freno debe ser cultural. Estos excesos están hoy desenfrenados”. 

Además, Aguirre consideró que hoy existe un fuerte desequilibrio entre el aumento de los alimentos y el constante descenso del precio relativo de los “alimentos chatarras”. A esto se le agrega que la educación alimentaria es mínima en comparación con la publicidad perniciosa. Sobre este punto contó que el Instituto Nacional de Alimentos (INAL) evalúa regular la publicidad dirigida al público infantil. “Por un mensaje de alimentación saludable, el chico recibe 500 mensajes para que compre la chatarra coloreada y saborizada. Después ven una manzana y la rechazan”. Para Aguirre, las madres que intentan brindar una comida saludable se encuentran con la barrera de que esa comida no es aceptable para una generación que obtuvo su educación alimentaria desde las pantallas con la información interesada de una industria que lo único que le interesa de la salud es el marketing.

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