Si se enseñara en las escuelas a realizar RCP, moriría menos gente

Raúl Aguila, integrante y capacitador del cuerpo activo de Bomberos Voluntarios del cuartel central, junto a Raúl Rojo, ex jefe de dicho cuartel, dieron un curso de RCP (Reanimación Cardiopulmonar) totalmente gratuito. “Si se diera RCP en las escuelas, se podrían evitar muchas muertes”, dijo Aguila, porque al realizar esta técnica, nos convertimos en los pulmones y el corazón de la persona.

En primer lugar dieron una charla introductoria con respecto al funcionamiento del corazón, para que se entendiera lo que sucede cuando surge algún inconveniente. “La prioridad es que no deje de llegar oxígeno al cerebro y para eso es necesario ocuparse de manera inmediata”, dijo Rojo. 

“Antes había otra clase de técnicas, ahora se han simplificado por lo que cualquier persona puede aprender y aplicarlas, la idea es solo poder darle una mano a quien la está pasando mal, sumando nuestro granito de arena”, comentó Aguila.

Además, con esa simple ayuda, se puede ser el primer eslabón de una cadena dando información concreta al momento de pedir asistencia de profesionales y para que en la guardia estén preparados al recibir al paciente.

“Si logramos reanimar a esa persona con la técnica de RCP, no nos convertimos en héroes, como tampoco somos los responsables si muere, solo somos parte del destino de quien tuvo un problema de salud”, remarcaron ambos bomberos.

Para asistir a alguien en principio es fundamental analizar la situación y saber protegernos en cuestión de segundos para no complicar la situación o ponernos en riesgo en esa ayuda.

Cada uno sabe si tiene la personalidad adecuada para actuar de manera inmediata, de no ser así, debe dejar que otro lo haga, porque cuando se habla de problemas del corazón, solo hay segundos para actuar y ese es el tiempo que separa a la vida de la muerte.

{galeria}e8934rcp{/galeria}

La cadena de la vida

Una cadena está conformada de eslabones, pero cada uno de ellos debe tener la misma fuerza, porque si tiene alguno débil, se rompe y se corta la ayuda. “Cuando estamos ante una emergencia, lo primero que surge es el morbo, se puede ver a la gente tomando fotografías con sus celulares o filmando, pero en realidad, el celular hay que utilizarlo para pedir ayuda inmediata”, afirmó Aguila.

El que presenció el hecho puede aportar gran cantidad de información sobre lo sucedido y esa información debe llegar intacta a quien recibe el llamado, lugar en el que se encuentran, estado de la persona a simple vista, edad aproximada, etcétera. De manera errónea se cree que los interrogatorios son pérdida de tiempo pero es todo lo contrario, se está colaborando enormemente para simplificar la ayuda.

Prácticas

Luego de una charla que aportó gran cantidad de información, comenzó la segunda etapa del curso con las prácticas correspondientes, donde cada uno luego pudo aplicar de manera personal, lo aprendido. Entre los asistentes se encontraban maestras jardineras, trabajadores gastronómicos y personas que están relacionadas directamente con la vida social. Asimismo dieron técnicas de asistencia para personas que han sufrido atragantamiento por algún objeto o alimentos.

Cabe resaltar que el curso fue totalmente gratuito y tanto Rojo como Aguila, lo dieron utilizando su tiempo personal en pos de colaborar, de ser un eslabón en la cadena de la vida.

¿Qué sucede cuando sufrimos un paro?

El paro cardiorrespiratorio es la detención en forma brusca y repentina de la función del corazón y de la respiración. La principal función del corazón es la de bombear sangre hacia las arterias para que lleguen el oxígeno y otros nutrientes a los tejidos. El mecanismo más frecuente del paro cardíaco, como consecuencia de un infarto, es una arritmia muy grave llamada fibrilación ventricular. Esta arritmia puede presentarse como consecuencia de la falta brusca de oxígeno provocada por la obstrucción de una arteria coronaria. La fibrilación ventricular genera un “caos” en la actividad eléctrica del corazón que se vuelve mecánicamente ineficiente, y como consecuencia, este órgano deja de bombear efectivamente la sangre. Cuando deja de funcionar el corazón, el organismo queda sin circulación sanguínea, siendo el sistema nervioso central el más afectado. A partir de los 4 minutos comienza el daño a nivel cerebral y pasado los 8 o 10 minutos sin recibir aportes de oxígeno y nutrientes, quedan secuelas neurológicas irreparables.

El paro cardiorrespiratorio es una condición de emergencia, por lo que la persona que sufre esta condición requiere atención inmediata. Por cada minuto que pasa sin atención disminuye un 10% la sobrevida de la misma. Los registros estadísticos indican que el 70% de los casos de ataque cardíaco y muerte súbita ocurren en el ámbito extrahospitalario, frecuentemente en presencia de un conocido, compañero de trabajo, un amigo o un familiar, por lo que resulta de vital importancia capacitarnos para actuar.

Salvar una vida puede estar en tus manos: capacitarse para intervenir

El Ministerio de Salud de la Nación a través de la Dirección de Emergencias Sanitarias planifica sus capacitaciones dirigiéndolas a los equipos de salud y de respuesta, y también hacia la comunidad, de modo que cualquier persona sepa cómo actuar ante una situación de emergencia. Cómo asegurar la escena antes de realizar maniobras, cómo reconocer cuando una persona sufre un paro cardiorrespiratorio, cómo activar al sistema de emergencias médicas e iniciar la cadena de vida para luego comenzar las maniobras de RCP, son sólo algunos de los ejes en los que se trabaja.

Todas las acciones con las que podemos intervenir resultan de vital importancia hasta la llegada del sistema de emergencias médicas que cuenta con equipamiento avanzado para actuar en este tipo de situaciones.