28/09/2017

Piden once años de prisión por un homicidio en el San Francisco

- CRIMEN DE DARIO CANO - El fiscal jefe Martín Lozada reclamó una condena de once años de prisión para Robinson Paul Pradena, a quien atribuyó la puñalada mortal que recibió Darío Cano en la madrugada del 1º de diciembre de 2016. La defensa consideró que no se comprobó la autoría y reclamó la absolución.

Piden once años de prisión por un homicidio en el San Francisco

 

Por Mariano Colombo
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Luego de varias dilaciones durante el proceso de juicio oral y público, el tribunal de la Cámara Primera del Crimen recibió este jueves los alegatos de las partes en la causa seguida a Robinson Paul Pradena, a quien la fiscalía atribuyó el homicidio de Darío Cano, ocurrido en 2016, en el barrio San Francisco de esta ciudad.

Los jueces Marcelo Barrutia, Miguel Gaimaro Pozzi y Ricardo Calcagno, deberán dictar sentencia el próximo 11 de octubre en horas del mediodía, resolviendo si asiste razón a la fiscalía que pidió la condena o a la defensa que reclamó la absolución.

El hecho investigado ocurrió sobre la calle Monteverde al 1500 del barrio San Francisco, alrededor de las cuatro de la mañana del 1º de diciembre del año pasado. En ese lugar dos grupos de varios jóvenes se cruzaron en algunas discusiones, que culminaron con golpes y una herida mortal sobre la humanidad de Darío Cano.

El fiscal jefe Martín Lozada describió que Pradena asestó esa puñalada mortal y “ejecutó el verbo típico, le quitó la vida”. Valoró especialmente al momento de fijar la pena a imponer la baja edad del acusado y su escaso nivel de instrucción formal, aunque de modo desfavorable evaluó sus antecedentes penales. Finalmente reclamó la pena de once años de prisión, señalando que fundamentalmente la acusación se sostenía por los dichos de varios testigos presenciales.

En cambio, el defensor oficial, Marcelo Álvarez Melinger, destacó que en la escena estaban todos borrachos y aseguró que no se acreditó la autoría del crimen por parte de Pradena, mediante prueba objetiva e independiente. Señaló además que su asistido no tenía ningún antecedente de carácter violento y bregó por la absolución.

Pradena había aceptado brindar su versión del hecho ante el juez de Instrucción Marcos Burgos y luego lo hizo ante los jueces del juicio, negando la acusación en su contra y afirmando que todo había ocurrido en el marco de un enfrentamiento entre dos bandas. Aunque negó haber apuñalado a la víctima, reconoció que lo había golpeado con un palo.

De acuerdo con la hipótesis fiscal, la víctima estaba en el lugar con sus hermanos Rocío y Nicolás, William Navarro y Robinson Salazar, mientras que, por otro lado, estaban Martín Aravales, Agustín Loncoman, Pradena y otra persona identificada como “el Chino”.

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