Organizan curso sobre la Revolución Rusa

Objeto de análisis dentro y fuera de los ambientes socialistas, la Revolución Rusa marcó a fuego la historia del siglo XX. En octubre próximo se cumplirán 100 años de su triunfo, aniversario que revivió el interés en ámbitos universitarios y académicos, aunque también en espacios de militancia. Es el caso del Partido Obrero de Bariloche, que organizó un pequeño curso de tres reuniones, abierto a todos y todas quienes reconozcan la inquietud.

La propuesta contará con la participación de Pablo Giachello, dirigente neuquino de esa fuerza partidaria, aunque le tocó a la barilochense Elena Florin anticipar lineamentos para El Cordillerano. “Organizamos el curso a 100 años de la Revolución Rusa porque planteamos que las condiciones que le dieron lugar siguen vigentes, es decir, el régimen capitalista en decadencia, ocasionando mortandad, pobreza y enfermedad”.

En términos prácticos, la iniciativa constará de “tres clases: la primera, este viernes (22/9) a las 19 en la Universidad Nacional de Río Negro (Mitre 630 aula 2B), la segunda el sábado a las 15 y la tercera, está programada para el 29 de septiembre con hora a fijar”, señaló Florin. El centenario implica una chance de reflexión porque “el período histórico que dio lugar a la Revolución Rusa sigue abierto y vigente”.

Aportó la activista que “la propia prensa burguesa y capitalista, por ejemplo The Economist, dice que las condiciones que llevaron a la Revolución Rusa están presentes y puede darse nuevamente. Por eso conmemoramos la revolución de hace 100 años y queremos sacar conclusiones sobre los aciertos y errores de la que fue la primera revolución triunfante de la clase obrera”, subrayó.

El tratarse de encuentros acotados, “vamos a destacar la concentración obrera que había en Rusia, que era muy intensa. Paradójicamente, en un país de un atraso notable, a siglos de distancia de los países europeos, hubo una concentración obrera producto de las inversiones, justamente de capitales alemanes, ingleses y franceses. Como decía Marx, el propio capitalismo es el que genera su destrucción. La concentración obrera de Rusia permitió la expresión de la clase en una rebelión que resultó triunfante”, resaltó.

Potencia y capacidad

Florin adelantó que se pondrá acento en “la potencia, la capacidad de la clase obrera cuando se organiza. En Rusia primero estuvo la revolución de 1905, de la que surgieron los soviets, que como las asambleas populares que hubo en la Argentina durante 2001, crecieron según el momento.

De 1905 a 1917 pasaron muchos años, se fueron diluyendo o creciendo, pero en 1917 se expandieron y fortalecieron. También vamos a destacar la presencia de un partido obrero que organizó la revolución, porque no fue espontánea. Fue dirigida por un partido de la clase obrera: el bolchevique”, consideró.

Los disertantes irán a “destacar la importancia de la dirección de una revolución por parte de un partido de la clase obrera”. Vincularán esa convicción con “la etapa del capitalismo que estamos viviendo, que es de guerra, destrucción y con una tasa de ganancia negativa que lo mueve al imperialismo más feroz. Está en decadencia pero no va a caer solo, entonces el planteo es la organización de la clase obrera, la destinada a destruir el capitalismo y a reemplazarlo por un régimen social que sea benéfico para los trabajadores y la población mundial en general”.

Si bien se agudizó en los últimos 15 años, “la crisis capitalista en realidad viene de hace mucho, justamente la Primera Guerra Mundial (1914-1918) tiene lugar en Europa por aquella crisis del capitalismo, de la que nunca se repuso”, aseveró Florin. “El Partido Obrero Socialdemócrata se fundó en Rusia en 1898 y después derivó hacia el Partido Bolchevique. En la Argentina, el Partido Socialista se fundó antes que el ruso, en 1896. No nos vamos a dedicar a ver qué pasaba en la Argentina en 1917 pero sabemos del movimiento obrero, del anarco-sindicalismo, de la Patagonia rebelde en 1919”, comparó.

Para el Partido Obrero, traer a colación la experiencia de la Revolución Rusa se justifica en el Bariloche de 2017 porque “la situación con el régimen social que estamos viviendo es muy tensa. La única manera para que el 98 por ciento de la población mundial podamos destruir al régimen opresor, es que tengamos conciencia de eso: del poder del trabajador. Entonces, para nosotros no es un hecho histórico que pasó y fue derrotada, si bien es cierto que fue traicionada y en Rusia se restableció el capitalismo, tenemos que sacar las conclusiones”.

En relación a ese punto, abundó Florin que “efectivamente, consideramos que la revolución fue traicionada, que Stalin fue el jefe principal de esa traición y que la restauración capitalista se da como consecuencia de la burocratización. El punto principal de diferencia entre Stalin y Trotsky era si la revolución era en un solo país o tenía que ser internacional. La posición de Trotsky era que tenía que ser internacional porque de lo contrario, Rusia iba a terminar aislada, como terminó. No nos vamos a ocupar especialmente de este tema porque vamos a llegar hasta el punto de la toma del poder por la clase obrera”, avisó la organizadora.

Según los impulsores del curso, la enseñanza a retener es que “el pueblo trabajador pudo derrocar a la autocracia zarista, el régimen más feroz que se pueda recordar. Entonces, queremos dar la idea de que la revolución socialista en Argentina y en el mundo, está pendiente, es posible y es necesaria porque este sistema no nos brinda más que muerte. Lo progresivo que fue el capitalismo en su época, terminó con la Primera Guerra Mundial”, insistió Florin. “Fuegos de octubre”, como decían Los Redondos, llamas que un siglo después aún tienen capacidad de arder.

Autocracia zarista

El pueblo trabajador pudo derrocar a la autocracia zarista, el régimen más feroz que se pueda recordar. Entonces, queremos dar la idea de que la revolución socialista en Argentina y en el mundo, está pendiente, es posible y es necesaria.