Sin apuro, se aproxima “Susurrante”

Leopoldo Caracoche aguarda que lleguen las copias de “Susurrante” para comenzar a diagramar el cronograma de presentaciones. El músico no piensa en un gran evento céntrico, más bien se ve en lugares pequeños y de espíritu comunitario. Es que su música quizá necesite de esos ámbitos para que se pueda prestar atención a los detalles, al diálogo entre silencios y notas, al peso de las palabras.

El que está por llegar “es un disco que grabé por un subsidio que me dio el INAMU para hacer un vale de réplica. Son unas cuantas canciones mías, de autor, con algunos invitados. El eje central es canciones con guitarra y voz, aunque algunas están más instrumentadas que otras”, avisó Caracoche. “Había grabado un disco hace ocho años pero nunca fue oficial, este sería mi primer disco editado con todas las de la ley”, redondeó.

Músico generalmente activo en la escena de Bariloche, en su inminente placa habrá “material que ya se conoce más otros temas nuevos que fueron compuestos para este disco”. Puesta en palabras, “la mía empezó siendo música de raíz folklórica, con algunos elementos folklóricos y después, algunas canciones fueron mutando hacia otros elementos. La cuestión folklórica no es tradicional, es nada más que extraer algunos elementos de la música folklórica y transformarlos, tomarlos como cuestión estética y desarrollar desde ahí un discurso”, explicó.

Desde ya, Caracoche se refiere a “un discurso musical que creo que en este disco, va teniendo el logro de vincularse más a la palabra y más aún, desde la palabra vincularse al mensaje… Por ahí, uno tiene que experimentar y buscar hasta poder llegar a ese centro que sería transmitir un mensaje, vestirlo de palabras y adornarlo con la música”, explicó. “El disco se llama Susurrante, es un disco tranquilo, como desde la reflexión”.

Nada de panfletos ni exhortaciones. “Son distintos tipos de reflexión sobre distintas cuestiones. Me parece que un poco accidentalmente y un poco por lo que yo hago, quedó con una estética tranquila, como para permitirse el hecho de sentarse a escucharlo y tratar de hacerse eco de algunos de esos mensajes, si es que tienen asidero”, invitó de antemano. “Algunas de las canciones estaban hacía años y otras fueron compuestas este año, antes de que saliera el subsidio”.

Síntesis fresca

Los tiempos del organismo lograron que Caracoche tuviera que acelerar el tranco. “Como había ciertos plazos, se apuró el proceso de grabación, mezcla y masterización. En un punto, capaz que es contraproducente para un músico porque grabar un disco lleva su tiempo pero en mí, me parece que más allá de volverme bastante loco en ese sentido, al apurar y estar 100 por ciento abocado a eso, logré una síntesis bastante fresca. Hay poco de manipulación de estudio, es un disco que por búsqueda estética suena bastante crudo pero creo que llegamos a un sonido maduro”, definió.

Para el músico, la presente “es una etapa más íntima y reflexiva. Con Pan de Maíz dejamos de trabajar hace un tiempo por cuestiones prácticas porque juntar una banda no es fácil, por cuestiones de horarios y demás. Sin embargo, hay algunas estéticas que retomo de ahí, de la mano de mi hermano, Patricio Caracoche, en batería y percusión. En esos temas, volvemos un poco a esa estética aunque este disco está más abocado a buscar el mensaje… Cuando uno trabaja con una banda, tal vez por reflejo busca más la forma, el sonido o el audio de los temas. En este disco traté de buscar eso otro, el mensaje de las canciones. Buscar en qué momento fueron compuestas y tratar de sostener eso”, insistió.

Esa meta no es nueva para el cantautor. “En realidad, es mi búsqueda desde siempre. Nosotros habíamos tocado con otra banda que se llamó Loconeta hace muchos años y en un momento, dejamos de tocar y esta fue siempre mi búsqueda. Ahora quiero sonar o poder proponer con guitarra y voz. En el medio estuvo Pan de Maíz, de hecho quedó un disco grabado al que hay que hacerle todo el trabajo de posproducción, pero quise retomar la cuestión de la guitarra y la voz por un tema práctico y también para recomenzar desde ahí, pensando también que es el primer disco editado que voy a tener. Me interesaba que fuera con esa estética”. A nosotros también.

Apagar todo y escuchar

Cierto entorno barilochense tiene “todo” que ver con el concepto de “Susurrante”. Según Leopoldo Caracoche “de alguna manera, suena así también porque vivo en Los Coihues y con mi compañera buscamos mantener una forma de vida que permite esa situación: tener el tiempo para escuchar los susurros. Apagar todo y estar tranquilos y poder escuchar… Creo que el disco está completamente teñido de eso”.

En ese marco, “le pongo mucho laburo a las letras. Sin embargo, me doy cuenta de que las letras que salen con menos trabajo son las más certeras. A veces me da esa sensación… Después, con los años escucho los temas y parece que no las escribí yo, aunque siempre están emparentadas con lo que pienso y siento. Desarrollo la actividad de músico como una necesidad, como forma de vivir. Entonces, a veces uno hace algo y después se olvida que está. Tengo montón de material hecho de esa manera que cada tanto releo y me dispara ideas nuevas. Pero sí, a las letras las trabajo muchísimo", insistió.

En términos prácticos para terminar con la edición, “ahora estoy encarando la parte gráfica, que es muy sencilla: un cuadro de mi compañera, Teresa Paso… El stamper lo hizo Víctor Batán. Ahora dependo de la fábrica, supongo que en el transcurso de este mes estará listo y lo estaré presentando en octubre. En noviembre tengo una presentación en Buenos Aires pero mi idea, en vez de hacer una grande es hacer varias en espacios comunitarios, salir a tocar con el disco en la mano”. Habrá que prestar atención al calendario.