En escena, Banda sonora de películas que no existen

Por Adrián Moyano
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Con su nombre, ya arranca con varios casilleros de ventaja: Banda sonora de películas que no existen… Pocas veces tanta poesía desde el vamos. Sin embargo, su música no tiene tanto que ver con una búsqueda lírica sino más bien, precisamente con el diálogo entre sonidos y escenas. Todavía falta pero vale la pena anotar en la agenda: el 1º de septiembre darán a conocer “Motor Ranch” en el Teatro de la Biblioteca Sarmiento.

Inicialmente, El Cordillerano había pactado un encuentro con Sebastián Lema (guitarra, música y letras) pero la más reciente nevada hizo que las preguntas fueran a parar al WhatsApp de Verónica Garea, cantante del emprendimiento. “El concepto está casi definido por el nombre de la banda: la idea es imaginar una película, una historia y escribir algunas escenas de esa película, no todas… Escenas claves y componer la música de esas escenas. El sonido tiene que ver justamente con la historia que se está contando: música incidental, música que tiene que ver con la escena o con sus palabras”, describió.

“Motor Ranch” se puede escuchar por Bandcamp, aunque también existe de manera tangible. Se compone de “historias que imaginamos nosotros. Este primer disco cuenta una historia sobre un muchacho que quiere hacer algún cambio en su vida. Es una historia absolutamente original y la música también, una historia imaginada a partir de un personaje que no existe en la vida real”, subrayó Garea.

Sin embargo, en el próximo concierto “también vamos a presentar un tráiler del segundo disco, con la historia de un personaje que sí existe en la vida real, a la que nosotros imaginamos a partir de un relato que alguien nos contó sobre un suceso, en particular un juicio… Pensamos una película con personajes y demás. Entonces escribimos una historia, sobre todo para algunas escenas claves y después compusimos la música”.

Ganas de tocar

Banda sonora de películas que no existen, “ya tiene unos cuantos años. En realidad, empezó con un grupo de personas que tenían ganas de tocar juntas. Así arrancó y de a poco fue tomando esta identidad. El disco que se puede escuchar en Bandcamp es el que vamos a presentar en la Biblioteca y el motivo para grabarlo fue básicamente, tener un registro. No es una colección aleatoria de temas sino que cuentan una historia y tienen todo un proceso de trabajo creativo interesante”.

En los hechos, “yo llegué cuando el disco ya estaba compuesto, soy la segunda cantante de la banda... Grabamos con Fabián Carabajal, había quienes ya tenían experiencia en grabar discos, en particular Sebas y Marcos (Radicella), pero para mí fue toda una novedad. Aparentemente fue una forma de registro atípica porque grabamos todos juntos el disco entero y después volvimos a grabar las voces. Hay varias voces que están grabadas separadas y después editadas juntas, eso se puede apreciar… Entonces, el producto final creemos que es interesante. Estamos muy contentos”, redondeó.

Más allá de los diferentes roles, “si miran los créditos de los temas, van a ver que son trabajos de creatividad en equipo, en conjunto. Lo he visto también en la forma que tenemos de trabajar con el segundo disco. Alguien propone un tema y se trabaja en grupo, tanto la música como la letra y los arreglos. Es una experiencia creativa interesante porque hay mucho de construcción colectiva. Si bien los temas tienen a alguien que inició el proceso, el que propuso la melodía o vino y lo tocó, la construcción de la versión final es colectiva”, insistió la cantante.

Garea quiso “destacar el lugar de la palabra en el disco en sí. Nosotros, cuando elegimos editarlo, elegimos dejar la palabra escrita, entonces en cada uno de los enlaces de Bandcamp, en cada uno de los temas está la descripción de la escena y en el disco físico, hay un inserto que acompaña donde está descripta cada una de las escenas. En el espectáculo, esas palabras van a estar presentes a través de la narración. Estará Aníbal Blanco, quien va a relatar esa escena a la que nosotros después vamos a tocar”, anticipó.

El show del 1º de septiembre tendrá connotaciones especiales. “Esperamos que este concierto, que va a ser el último de este disco, haga honor al espacio de la Biblioteca”, se esperanzó la música. “Va a tener algunos componentes adicionales, comparados con otras presentaciones. La idea es tener algún elemento visual que acompañe la historia, no cinematográfico pero sí visual y también un elemento de narración”.

Por otro lado, “tenemos la suerte de tener como invitado a Mariano Rodríguez, que además de tocar antes de nuestra presentación, se va a sumar en algunos de los temas. Eso le va a dar otra expresión. Creemos que cada vez que contamos esta historia, tiene su matiz diferente, justamente porque no es una historia cerrada, así que va a haber ingredientes distintos. La Biblioteca ya genera otra escena, otro entorno”. Pero la banda sonora será la misma.

La voz como instrumento

El camino que condujo a Verónica Garea hasta Banda sonora de películas que no existen, es como mínimo, desusado. “Tengo una historia larga y a la vez breve como cantante. Estudié canto lírico y canté durante un tiempo repertorio barroco. Nunca hice demasiadas presentaciones porque tenía bastante pánico escénico y después de unos años, decidí cambiar y dedicarme a la música popular: música de Brasil y algo de jazz. Ese es el repertorio que siempre me convocó, hice algunas presentaciones pero siempre con poco público y no muy frecuentes”, informó.

Quizá a raíz de esa trayectoria, “cuando me invitaron a participar de este proyecto fue un desafío porque como cantante, es poner tu voz al servicio de un concepto. La voz es casi un instrumento más y no tiene el mismo protagonismo que en un repertorio de canciones. Acá, las canciones son parte de algo”. A pesar de ese lugar, “me siento más que cómoda con este proyecto”.

Garea se mostró “muy contenta con el resultado final del primer disco y también muy entusiasmada al participar del proceso creativo del segundo. Poder participar de la preparación y composición es una aventura maravillosa. Como músicos y personas, todos los integrantes de la banda son muy abiertos y generosos. El grupo humano es hermoso, además de ser gente con talento”. Se completa con Leonardo Cessana (bajo y música), Theo Radicella (música, piano y teclado), Pablo Abecasis (batería y música), más Sonia Esquivel (letras).