14/07/2017

Atacó a su defensora e hirió a policías tras conocer que irá a juicio por homicidio

- OTRA VEZ SE DESNUDA LA FALTA DE SEGURIDAD - Una vez más, en los tribunales locales, quedó a la vista la falta de dispositivos de seguridad y controles para evitar situaciones que pueden ser trágicas. Un recluso atacó a una defensora oficial e hirió a dos policías que intentaban reducirlo, tras conocer que seguirá detenido e irá a juicio por el homicidio de Hugo Collihuin. La lista de antecedentes violentos se extiende en el edificio Pilmayquen.

Atacó a su defensora e hirió a policías tras conocer que irá a juicio por homicidio
Entrada al edificio Pilmaiquén.
Entrada al edificio Pilmaiquén.

Por Mariano Colombo
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Jonathan González, procesado y con prisión preventiva por el crimen del fletero Hugo Collihuin, se abalanzó sobre la defensora oficial Romina Martini, cuando ésta le informó que el procesamiento quedó firme y se dispuso la elevación a juicio del expediente, por lo que seguirá detenido por lo menos hasta que se conozca le sentencia del caso.

Ante los gritos y forcejeos, González intentó escapar de los dos agentes del Servicio Penitenciario Provincial que lo escoltaban y de entre sus ropas extrajo un arma blanca: un pequeño cuchillo curvado con el que alcanzó a lastimar a los uniformados mientras éstos intentaban reducirlo.

Todo ocurrió promediando la mañana en los tribunales locales que, a esa hora, tal como se repite el panorama desde hace algunas semanas, estaba por demás tranquilo y con escasa cantidad de concurrencia de público, producto del traslado de las fiscalías a otro edificio, las mudanzas internas dentro del edificio y, además, por la proximidad de la feria judicial de invierno y la intensa nevada que cae en la ciudad.

La violenta situación se desarrolló inicialmente en el cuarto piso del edificio anexo al Pilmayquen, lugar en el que se ubican las defensorías oficiales. Pero luego de la agresión y amenaza inicial a la defensora, la persecución se prolongó por las escaleras y el estrecho pasillo que conecta el edificio anexo con la estructura edilicia del Pilmayquen y hasta la puerta de acceso al edificio por calle O´connor.
Inmediatamente se hicieron presentes en el lugar el juez de Instrucción Ricardo Calcagno, su secretario Marcos Sosa Lukman y la fiscal de grado Betiana Cendón, para dar inicio a las actuaciones judiciales derivadas del incidente.

El Gabinete de Criminalística inspeccionó el lugar y levantó rastros de sangre que habían quedado diseminados por el pasillo que alguna vez funcionó como la cocina del viejo hotel Pilmayquen y que hoy además de conectar la parte nueva del edificio con la estructura original, aloja algunas pequeñas dependencias judiciales.

El trabajo de Criminalística se prolongó durante largos minutos, en los que se dispuso que el ingreso al edificio sea por una puerta trasera a la que se accede por el estacionamiento. Además, más tarde tomaron fotografías del acusado y le realizaron un hisopado en sus manos, con el objeto de obtener pruebas genéticas y sumar otro elemento de prueba a la causa iniciada por amenazas y lesiones.

También se ordenó el secuestro y el cotejo de un par de zapatillas y del arma utilizada por González para amenazar a su defensora y herir a los uniformados.

El sujeto está procesado y con prisión preventiva por el crimen del fletero Hugo Felipe Collihuin, ocurrido el 27 de febrero de este año en la calle John O´Connor entre Vilcapugio y Yatasto. En esa ocasión junto a Boris Hermosilla, interceptaron a la víctima portando un arma de fuego cada uno y le efectuaron unos once disparos, seis de los cuales impactaron en la anatomía de la víctima. Una de las lesiones derivada de un disparo, ingresó por la mejilla y fue la que resultó fatal por la destrucción encefálica.

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Otros preocupantes antecedentes violentos

Exactamente dos años atrás, se produjeron dos hechos similares en el interior de los tribunales locales. El padre de una menor victimizada agredió al imputado y al defensor oficial Juan Pablo Laurence, mientras su hija declaraba bajo el sistema de cámara Gesell. El mismo día y con diferencia de pocos minutos, familiares de otras niñas abusadas, atacaron al imputado cuando la audiencia en la que enjuiciaban al sujeto ingresó en un cuarto intermedio.

En mayo de 2011, Raúl Alfonso, de 34 años, resultó herido de gravedad en la sala de espera del juzgado de Instrucción 4 donde se encontró con Gabino Marín, un rival de la interna gremial. Tras mantener una acalorada discusión lo apuñaló en el lateral izquierdo del tórax con un arma blanca. También es recordado el caso de un imputado que ocultó una hoja de afeitar en su boca, Walter Guiñez, y amenazó con suicidarse delante de los jueces, cortándose el cuello.

También vale la pena recordar los casos de José Luis Rubilar, apodado “Torta Frita”, (ya fallecido) que se escapó en medio de la audiencia donde se lo juzgaba, aunque fue detenido a pocos metros de Tribunales y el del ladrón que se llevó el maletín de un abogado mientras leían la sentencia del caso seguido contra Honorio Marín.

Todos estos episodios volvieron a poner sobre el tapete, la falta de medidas preventivas o dispositivos de seguridad dentro de los tribunales. Si bien es cierto que existe en la planta baja del edificio un destacamento policial, no menos cierto resulta que el personal que allí se desempeña es escaso y en general tienen asignadas funciones administrativas.

Aunque se trata de un edificio público, y como tal el acceso es libre, resulta llamativo que no exista ningún control al momento de ingreso o egreso al edificio Pilmayquen. Tiempo atrás, se colocaron cámaras de seguridad en diversos sectores del edificio, aunque a los efectos preventivos poco aportan.

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