Los Rotary Club de Bariloche hicieron una exitosa colecta para ayudar a Comodoro

Por Diego Llorente
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La convocatoria para colaborar fue amplia: se pedían frazadas, colchones, sábanas, agua, leche, alimentos no perecederos, elementos de limpieza, de higiene personal, y todo aquello que pueden necesitar las miles de familias comodorenses que se quedaron sin nada.

Se recepcionaron en la casa rotaria de Avenida de los Pioneros 4849 y para sorpresa de todos, la respuesta fue muy exitosa.

“Los tres presidentes de los tres clubes rotarios nos reunimos y acordamos hacer esta campaña de ayuda para la tremenda crisis que vive Comodoro Rivadavia. Así se convocó a la gente a que aportara lo que se solicitaba y la respuesta fue muy buena”, señaló a este diario Eduardo Gleinig, presidente del Rotary San Carlos de Bariloche.

Con todo lo que se recaudó en primer término, se hizo un primer envío a través del camión de pescadería El Coral, que viaja hasta esa ciudad sin carga. “Después nos avisaron que la ropa ya no era prioridad y que lo más urgente era agua, porque se les había colapsado el sistema de distribución, más artículos de limpieza, lavandina, frazadas y botas, para enfrentar el problema”, comentó Gleinig.

Allí entonces, comenzó una nueva colecta que también tuvo el acompañamiento de los vecinos, así como de los comercios, varias escuelas como el San Esteban y el Don Bosco y entidades como la Cámara de Comercio local. Se logró hacer un envío con ocho pallets a través de las empresas de transporte Cruz del Sur y Oro Negro.

Una vez que todo llegó a la ciudad chubutense, el Rotary de Comodoro fue el encargado de recibir los envíos para su distribución correcta y efectiva.

Gleinig contó que todavía hay muchísimas necesidades en Comodoro, pero que desde los medios de comunicación se ha corrido el foco.

Asimismo, se mostró muy satisfecho por el éxito de la campaña: “la sensibilidad fue muy importante para ayudar a quien más lo necesita. Y se demostró una vez más que Bariloche es solidario, pero hace falta la imagen para que la gente se sensibilice y que uno pueda ponerse en el lugar de las personas que están con la pala sacando el barro de su casa”.