Fresone: “Hay que analizar los problemas viales por zonas y encontrar soluciones”

Por Diego Llorente
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Gustavo Fresone es el tercer titular de la cartera en lo que va de la administración Gennuso. Hace una década que vive en la ciudad, dice que ama la política y trabajar para la comunidad. Se definió como “un radical desde la cuna”, como un legado familiar. Busca implementar toda su experiencia y conocimiento en Bariloche. El flamante funcionario mantuvo una charla netamente técnica sobre los conflictos viales de la ciudad, su diagnóstico, análisis y las posibles soluciones.

El Cordillerano: - ¿Con que experiencia llega a asumir el cargo?
Gustavo Fresone: - Estuve desde 1999 a 2003 en el área de Tránsito en la Municipalidad de Quilmes. Aunque esa ciudad no es igual a Bariloche, ya que Bariloche tiene otra geografía con subidas, bajadas, conflictos diferentes a los que tiene Quilmes. Además, en aquel momento Quilmes tenía 650 mil habitantes, lo cual es otra diferencia y el parque vial de esa ciudad es mucho más extenso también. Así y todo, el ejido de Bariloche es más grande, con una problemática vial que tienen todas las ciudades: que no se piensa, no se planifica hacia el futuro. Se tapan parches y no se piensa en un planeamiento urbanístico de lo que nosotros queremos dejarles a nuestros hijos a mediano y a largo plazo.

E.C.: - ¿Y cómo se trabaja hoy teniendo en cuenta todo lo que no se hizo en el pasado?
G.F.: - Hay que hacer un planeamiento serio de la ciudad en la que queremos vivir y tenemos que conformarlo entre todos. Eso significa que, al margen de los que somos funcionarios políticos, necesitamos hablar con cada actor de la sociedad, como es el vecino, el comerciante o el periodista. Entre todos, tenemos que construir la visión de lo que queremos para esta hermosa ciudad.

E.C.: - El hecho de que haya temporadas de verano y de invierno con más flujo de gente y de autos, ¿hace más complejos los conflictos?
G.F.: - Una de las problemáticas que tiene Bariloche, es que sumado a la topografía que tiene, se agregan las estacionalidades. Por un lado, está la problemática climática y por otro, el flujo de gente de las temporadas altas. Eso nos lleva a tener mayor congestionamiento de tránsito, del que ya existe todo el año. Por eso hay que trabajar con las juntas vecinales y analizar por zonas la problemática de cada sector. No son los mismos problemas los que se registran en el kilómetro 20, en el Ñireco o en el centro. Por eso hay que trabajar los problemas por zona y ver de qué forma lo solucionamos. Hay que zonificar y ver los puntos de conflicto.

E.C.: - Tránsito y Transporte no es un área fácil y que viene de varios conflictos serios. ¿Cómo se trabaja con el personal?
G.F.: - Tenemos que ser un equipo de trabajo, que funcione como un equipo. Yo soy uno más, además soy un vecino más y pretendo que la ciudad cambie. No será un cambio radical de un día para otro, pero con paciencia vamos a lograrlo. Primero hay que ordenar la casa, que Tránsito se mejore internamente. Quiero optimizar áreas dentro de la Subsecretaría y después dar frutos hacia fuera.

E.C.: - ¿Y con qué lineamientos? Imagino que debe tener ejes puntuales en sus objetivos de trabajo…
G.F.: - Sí, el tema de la planificación que decía anteriormente es el primero. Otro lineamiento es darle mucha importancia al señalamiento vial que en Bariloche hace mucha falta. Otro objetivo es hacer campañas de prevención y concientización en la calle. También enseñar educación vial en las escuelas. En ese sentido, quiero organizar un proyecto serio para ir a las escuelas, charlado con los docentes, porque ellos forman a nuestros hijos. Entonces, como todos tenemos parte de responsabilidad, la idea es que cada uno aporte su granito de arena para obtener soluciones.

E.C.: - Una medida de fuerte impacto que hizo este gobierno fue el cambio de circulación de calles. ¿Lo considera positivo? ¿Cuál es su visión?
G.F.: - Me parece que esos cambios fueron positivos. Ahora hay que revisar algunos, porque hay zonas donde se generan dudas, pero no inmediatamente. Cada cambio de sentido que se hace nos está modificando las costumbres y eso no le gusta a nadie, cae mal. Y hay que entender que haciendo un cambio no se soluciona todo ya, sino que es una parte de una solución integral.

E.C.: - Incluso hubo un caso, el de calle Juramento, que se cambió la circulación y a los pocos días se la dejó como estaba…
G.F.: - Es que los seres humanos no somos máquinas y tampoco tenemos un simulador para ver qué sucederá, porque los flujos de tránsito no son los mismos a las 12 que a las 15 o a las 23. Y claro, hasta que no se toma la medida y se ve cómo funciona en la práctica ese plan, no vamos a saber cómo se ejecuta. Y tal vez en alguna modificación se deberá volver hacia atrás. Por supuesto que esperamos no hacerlo, pero hay cuestiones que analizaremos en conjunto con Planeamiento Urbano.

E.C.: - ¿Qué diagnostico hace de los problemas viales de la ciudad? Porque faltan boxes de estacionamiento, no hay avenidas, hay pocas playas para estacionar…
G.F.: - El problema del tránsito no lo tiene sólo Bariloche, sino todas las ciudades. Las calles y avenidas se diagramaron en una época y después las ciudades fueron creciendo. Y lamentablemente, el parque vial planificado quedó chico. En toda ciudad, el estacionamiento en el centro es un problema. Hay que plantearse si por ejemplo, no deberían hacerse playas de estacionamiento subterráneas. El estacionamiento es muy complicado y hay que analizarlo.

E.C.: - ¿Cree que los semáforos brindan soluciones? Hay quienes lo creen así y quienes piensan lo contrario…
G.F.: - Hay zonas en las que Bariloche necesita semáforos. Yo estoy a favor de colocar semáforos peatonales, como se está poniendo en calle Elordi. Para las zonas de las escuelas, me parece una medida fundamental. En cuanto al resto de la ciudad, hay que poner algunos semáforos más para ir destrabando algunos puntos de conflicto.

E.C.: - ¿Puentes aéreos por encima de las calles? Bariloche no los tiene…
G.F.: - He tenido experiencias al respecto y no estoy de acuerdo con implementarlos. Porque la gente no los usa, sigue cruzando por la calle. Ahí tenemos una falta de educación los ciudadanos. Por eso insisto en el trabajo vial en las escuelas. Los adultos tenemos vicios y manías que increíblemente nos cambian nuestros hijos, ellos son los propagadores de la educación y de que nosotros manejemos mejor. Por supuesto, hay que hacer hincapié en la penalización, porque cuando a uno le tocan el bolsillo no le gusta y aprende a la fuerza. Pero si tu hijo te dice: papá, estás estacionado en doble fila, o te pregunta por qué pasaste el semáforo en rojo o te marca que estás parado sobre la senda peatonal, entonces ahí revemos todo. Esto no es a corto plazo, pero es un inicio y hay que empezar a desarrollarlo, para darnos cuenta realmente a dónde queremos llegar.