16/03/2017

Integrantes de la comparsa Chocolatito se sienten discriminados

- LA COMPONEN MAS DE SESENTA PERSONAS -  La comparsa Chocolatito tiene menos de dos años de vida, pero ya se ha ganado el corazón de la gente. Aseguraron que les está costando mucho asimilar las críticas discriminatorias de parte de integrantes de otras agrupaciones y quisieron compartir con El Cordillerano los pormenores de lo acontecido el último Carnaval.

Integrantes de la comparsa Chocolatito se sienten discriminados
Creadores de Chocolatito con El Cordillerano.
Creadores de Chocolatito con El Cordillerano.


Por Susana Alegría
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La Comparsa Chocolatito nació durante un encuentro familiar en Federación, Entre Ríos. Mónica Martínez es hija de entrerrianos por lo que lleva en la sangre el significado del Carnaval. Cuando comentó que acá no había nada similar, la alentaron para formar una comparsa barilochense, para lo que le ofrecieron el asesoramiento necesario, además de los primeros trajes que utilizarían. Ella vive de su trabajo de enfermera instructora.

 

Por otro lado Fabio, quien pertenece al Ejército Argentino, recibió el traslado a nuestra ciudad, por lo que vino con su esposa Cecilia, de allí que muchos de los integrantes de Chocolatito, sean de la misma institución, incluidos casi todos los vientos de la banda. También se fueron sumando de Gendarmería Nacional, muchos entrerrianos y correntinos que añoran los festejos de su tierra.

El inicio

Mónica invitó a Fabio a un ensayo para tentarlo a que integre la comparsa, “sinceramente en ese momento me decepcioné bastante, aunque ella al convocarme me dijo que el nivel que tenían era de 0,0” comentó entre risas el joven. “En el Norte el carnaval es parte de nuestra cultura y esencia, pero con mi esposa estábamos resignados a perder todo eso al venirnos al Sur”, agregó.

“No hago distinción de buenos o malos para ser integrante de una comparsa, la diferencia radica en la preparación que tengan y las ganas de superarse adquiriendo herramientas básicas”, expresó desde la experiencia, por haber sido integrante de una de las comparsas más grandes, “O’Bahía”.

Actualmente son 60 integrantes y se siguen inscribiendo.

El equipo trabaja todo el año

Mónica Martínez, directora de comparsa, Fabio Bossio, director de la batucada, Emanuel Portillo, subdirector, Cecilia Román, staff 1, y Maciel Mazzor, staff 2, trabajan todo el año para estar listos al momento de un nuevo Carnaval. “Es una gran obra que contiene un desarrollo, con música y letras propias, con contenidos llenos de mensajes y una temática especial, eso además de las coreografías y los trajes” dijo la directora. Da como ejemplo que en Entre Ríos o Corrientes, a los integrantes de una comparsa les dan 15 o 20 días de licencia con goce de sueldo, antes de las presentaciones.

Este año sumaron a la banda Amor Amor al grupo de trabajo y en una ocasión los acompañó La Única, a quienes les están muy agradecidos.
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Dinero mal distribuido y discriminación

Mónica quiso hablar del tema económico que rodeó al carnaval, “El Emprotur destinó $150.000 por una gestión que realizó el concejal Daniel González, a la Comisión Organizadora de Murgas y Comparsas”. Dicha comisión está integrada por 12 personas y es la que tomó la decisión de qué hacer con ese dinero. “Primero dijeron que era para vestuario y que lo dividirían en partes iguales, pero después optaron por repartir a cada grupo más de 12 mil pesos y a nosotros, sólo $2.500 porque somos una comparsa privada, ni siquiera nos dieron el dinero, porque nos dijeron a dónde ir a retirar las telas por ese importe”, dijo. A la de Bolivia le entregaron $5.000.

“Hicieron comentarios con intenciones hirientes, como que Chocolatito va de la mano de los empresarios, que no necesitamos nada. Es verdad que recibimos ayuda, pero porque trabajamos todo el año buscando sponsors, no nos pueden negar autogestionarnos como equipo de trabajo, para seguir superándonos”, agregó, muy molesta la directora. Todo este malestar fue manifestado en una nota que ingresaron por Mesa de Entrada del municipio, pero aún no han recibido respuesta.

“Un concejal y todos los murgueros de la comisión se enojaron mucho cuando dije esto, no quisiera ir al choque, pero no me puedo quedar callada, aunque tengo miedo que la próxima vez que nos presentemos, manden a alguien a ocasionar disturbios y nos culpen a nosotros”, señaló.
Mónica pidió saber en qué se basaron para esa distribución pero no recibió respuesta.

Apenada, la directora de la comparsa resaltó: “acá cuesta mucho que nos acepten y es un grave problema con el que nos enfrentamos a diario”, se refiere a integrantes de otras comparsas y murgas. Cuando hablan de nosotros nos etiquetan de “comparsa concheta”. “El público ya nos adoptó y tanto cariño nos impulsa a seguir adelante”.

Desorganización y falta de conocimiento

“Cuando me enteré que existía una Comisión de Murgas y Comparsas, pensé que era una broma, porque eso no existe en ningún lado, son dos cosas totalmente diferentes, es como armar una comisión de fútbol junto con una de vóley”, dijo Fabio.

Acá tendrían que haber dos grupos y por eso quiero reunirme con la gente de Cultura. “En la de comparsa deben poner gente apta y con experiencia, que sepa del tema”. Cita como ejemplo que les dieron la orden de compra para adquirir raso una semana antes del Carnaval, “primero que no se utiliza esa clase de tela y segundo que con ese tiempo no alcanzaríamos a utilizarlo ni a preparar trajes”.

“Estoy seguro que no hay ninguno con experiencia de comparsa, sólo son integrantes de murgas, porque si no la diferencia se notaría”, agregó.

Mónica sugirió que se cobre una entrada mínima al Carnaval y que a cambio al público se le ofrezca comodidades como mesas y sillas, que estén cómodos para disfrutar cada detalle de las presentaciones. Ir creando un fondo para invertir en los grupos integrantes.

Los trajes

Mónica intenta situar a los lectores en los costos de cada uno de los trajes, “un kilo de plumas nos sale más de diez mil pesos, tenemos dos colas de pavo real, cada una sale alrededor de tres mil quinientos pesos. Chocolatito tiene un proyecto por escrito y piensa ir cumpliendo los objetivos que se fijaron a corto plazo. Dentro del grupo hay quienes enseñan a bordar, a realizar las tareas de emplume, técnicas que aprendieron en base a experiencia desde muy chicos”.

Jacobacci

Fueron invitados a la Fiesta del Michay en Jacobacci, el municipio de esa localidad puso a su disposición dos micros para el traslado de todos los integrantes. Se sintieron muy bien atendidos y estuvieron a cargo del gran cierre de la fiesta. Una experiencia de la que regresaron llenos de energía por el amor de la gente.

Necesitamos un espacio

Ante la consulta de las cosas que requieren de manera urgente, respondieron “un espacio grande donde poder ensayar, agradecemos contar con la Casa del Deporte, pero cuesta amoldarse a los horarios de las actividades que allí se programan, aunque sea un galpón grande, nos serviría”, dijeron.

El Velódromo no es el lugar ideal

“En ninguna parte del país se utiliza un espacio circular para el desfile de comparsas, por eso afirmamos que el Velódromo no es el lugar ideal” dijo Fabio. “Antes del carnaval necesitábamos completar el dinero para comprar un equipo electrógeno que debíamos utilizar, entonces salimos por la Mitre con el sistema a la gorra, la gente aportó feliz y se notaba que estaban disfrutando de lo que veían”. También fueron invitados por algunos comerciantes para que regresaran al otro día.

Esto lo contó porque afirma que debería hacerse en una calle como Mitre o Moreno, algo recto donde se puedan desarrollar bien las comparsas y la gente aprecie de mejor manera, abarcando una distancia no menor a 300 metros.

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