14/03/2017

Piden condenar a homicida de María del Carmen Cruz

- LA MUJER LE TENIA MIEDO -  El fiscal de Cámara Martín Lozada y el apoderado de la querella Ricardo Medrano, pidieron ayer aplicar penas de 14 y 18 años de prisión respectivamente. Lo acusaron de ahorcar con sus manos a María del Carmen Cruz, en el interior de la vivienda que le alquilaba a la mujer. La defensa alude que desórdenes mentales, lo llevaron a creer que la mujer era su novia, o lo sería. Ella le tenía miedo y había dado claros avisos a varios allegados. 

Piden condenar a homicida de María del Carmen Cruz
Imagen de la jornada de hoy.
Imagen de la jornada de hoy.

Por Mariano Colombo
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El fiscal de Cámara Martín Lozada resumió que el sujeto le propinó una golpiza a la víctima y la asfixió hasta la muerte. Exhibió fotografías de la escena del hecho, las marcas en el cuerpo de la mujer y las huellas que los intentos defensivos de la mujer, dejaron en el cuerpo de Cortés. Recordó que fue el acusado quien llamó a la policía y contó lo que había ocurrido y como corolario el informe del Laboratorio de Biología Forense confirmó la presencia de ADN del acusado, en las uñas de la víctima.

Lozada valoró ciertas características de la salud mental de Cortés, aunque admitió que no alcanzaban para declararlo inimputable ni disminuido para la sanción penal. Aseguró que “se sentía su novio” y luego que “Se presentó en el domicilio de la víctima para recriminarle su encuentro con una persona que amenazaba su dominio y su fantasía de noviazgo”.

Apuntó el fiscal que Cortés sufría una inflexibilidad moral, creía que la mujer era “promiscua” y “quería ejercer el rol de policía moral”. Valoró su nivel de instrucción formal y que el hecho ocurrió en un lugar que era de absoluto dominio, ya que su familia era propietaria del lugar.

El abogado Ricardo Medrano, alegó como apoderado de la familia de la víctima y recordó que la mujer había llegado a Bariloche buscando una nueva vida y había encontrado su final. Aseveró que el acusado tuvo permanentemente el control de lo que ocurría, al punto tal de que se tomó un largo tiempo “para dar aviso a la policía y ver si también podía controlar la situación y construir una coartada. Movió el cadáver e intentó simular un accidente”, resumió. Al fundar el monto de la pena reclamada aseguró que Cortés representaba un peligro para la sociedad.

La defensa, alegó que Cortés era un “paciente psiquiátrico incapaz de distinguir el mundo real de lo que él se imagina” y subrayó que actualmente está internado en el Servicio de Salud Mental del hospital zonal y está medicado. Graficó que “Cortes pensó en María como su novia, era un diálogo entre sordos”, a la vez que reeditó cuestionamientos sobre la validez de los actos iniciales de la investigación.

Criticó que en los alegatos de la parte acusatoria habían tratado a su asistido como una persona sana, cuando todos los testimonios fueron coincidentes en señalarlo como una persona “rara”. Pidió que los jueces contemplen las posibilidades de atenuación de responsabilidad que estipula la ley, y apliquen el mínimo de pena.

El caso

La contadora María del Carmen Cruz (47) se había radicado en Bariloche en el otoño del 2015. Trabajaba para AFIP y había alquilado una propiedad en la calle Campichuelo, del barrio Jardín Botánico. Hernán Cortés administraba la propiedad y vivía junto a su madre, en una vivienda prácticamente pegada a la que rentaba la mujer.

Entre la media tarde del 6 de octubre y la madrugada del día siguiente, Cortés ultimó a la mujer luego de golpearla en el rostro y asfixiarla. Catorce horas después, dio aviso a la policía. A los primeros dos uniformados que llegaron, les llamó la atención el tono frío con el que los hizo pasar a la vivienda, reconociendo que la había ahorcado y que había alterado la escena del crimen para intentar confundir a los investigadores.

Los testigos que declararon ayer ante los jueces, fueron contundentes. Uno de los policías que intervino, narró que Cortés se esforzó para llorar mientras relataba el suceso, “pero no lo logró”. Las amigas de la víctima, explicaron que ella se sentía muy incómoda con él, creía que la vigilaba y se estaba tomando ciertos atrevimientos que no le correspondían.

María había decidido cambiar la cerradura de la casa y Cortés le reclamaba una copia de la llave, ella se quería mudar. Una amiga contó que María había dicho “Un día voy a aparecer violada o tirada en algún lado”. Con otra amiga fue más directa, “si me pasa algo sospechen de él”.

La psiquiatra forense Verónica Martínez, entrevistó al acusado durante la instrucción de la causa. Elaboró un completo informe que fue incorporado como prueba válida durante el juicio. Reveló que el sujeto contó que nunca había tenido relaciones amorosas serias. “La única importante es la que ahorqué” había dicho y la calificó como promiscua mientras afirmaba que inicialmente fueron “amigovios” y pronto serían novios.

 

Aseguró la profesional que el acusado tenía ideas fijas respecto a la víctima y que además tenía rasgos solitarios, tendencia al aislamiento, una personalidad obsesiva, una inflexibilidad moral y una permanente necesidad de control.

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