Podrían declarar inimputable a un joven acusado por tres hechos

Se trata de Carlos Iván Castro Maldonado, a quien el fiscal de Cámara Martín Lozada y el defensor Marcelo Álvarez Melinger, pidieron declarar inimputable en función de su estado de salud mental. Tiene un largo historial de vinculación con el delito y en ocasiones ya estuvo internado en distintos establecimientos de salud, con antecedentes documentados en causas judiciales, sobre su necesidad de contar con un tratamiento psicológico y psiquiátrico permanente.

Ahora los jueces de la Cámara Segunda del Crimen, Héctor Leguizamón Pondal, Gregor Joos y Rubén Marigo, deberán resolver los planteos efectuados por las partes y dictaminar sobre el temperamento a adoptar. O bien un tratamiento como el mencionado, o bien la realización de los juicios orales.

El fiscal Lozada recordó que el acusado padece una psicopatía con alto nivel de consumo de sustancias y consideró que su aptitud emocional se encuentra afectada. El defensor oficial añadió que estuvo internado en la localidad de Pilar, provincia de Buenos Aires en un establecimiento de recuperación de adicciones y salud mental y resumió que representa un riesgo para sí y para terceros.

El primer hecho que le atribuyeron ocurrió el 26 de agosto de 2015, alrededor de las dos de la mañana, cuando junto a otras personas se presentó en un domicilio de la calle Peulla al 500 del barrio El Frutillar y efectuó disparos con un arma de fuego de puño en dirección a Juan Manuel Guerrero. Por lo menos uno de los proyectiles disparados impactó en la espalda de Guerrero, lesionó un pulmón y afectó su sistema respiratorio. Las lesiones fueron caratuladas como de carácter grave y en consecuencia, el hecho fue calificado como lesiones graves agravadas por el uso de arma de fuego.

Otro hecho que le atribuyen ocurrió el 6 de septiembre de 2016, alrededor de las cinco de la mañana. El imputado ingresó mediante la fuerza a una vivienda de la calle Peulla al 400 para, una vez en el interior, apuntar con un arma de fuego, de puño, a los ocupantes de la morada y exigir la entrega de dinero y efectos de valor. Golpeó al hombre que vivía en la casa y finalmente se marchó con un teléfono celular y la suma de mil pesos. El hecho fue calificado como robo agravado por el uso de arma de fuego.

Finalmente, le imputaron otro hecho ocurrido el 12 de marzo de 2016, alrededor de la una de la mañana, en una vivienda de la calle Parravicini al 800, del barrio Alborada. Allí junto a otro individuo que sorteó un paredón de dos metros de altura y se apoderó de un equipo portátil de música, fue aprehendido cuando oficiaba de campana. El hecho fue calificado como hurto agravado por escalamiento y le atribuyeron una participación necesaria.