Poemas que te arrinconan

Por Adrián Moyano
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Graciela Cros recurrió a su memoria para repasar la lista de los libros de poesía que publicó hasta ahora y la enumeración se hizo larga. Si contabilizamos “Cantos de la gaviota cocinera” -la obra reunida que le publicaron en España- el inminente “Pampa de Huenuleo” será el decimotercer título de una producción que como ya diera cuenta El Cordillerano, es inclusive objeto de interés académico en la Argentina y Alemania.

Pero a pesar de tanta trayectoria, quizás haya que prepararse para una intensidad distinta. “Es un libro difícil para mí, un libro muy duro al que trabajé durante muchísimos años. Hay poemas que tienen más de 10 años, me costaba mucho abordar ese tipo de textos que al ser tan candentes, uno dejaba al costado... No entraban en ningún libro. Hay poemas que fui dejando al costado varias veces, algunos enmudecieron pero otros me seguían interpelando”, compartió la poeta.

La escritora sabe que “hay poemas que te arrinconan, te ponen contra la pared y en los últimos años pasó eso: estos poemas duros y dolorosos me arrinconaron, tuve que retomarlos. Finalmente, sentí esa convicción profunda que en algún momento te pasa con lo que escribís: sí, tienen que estar… Así que es un libro con mucho trabajo”, redondeó. Se presentará el próximo 1º de abril en la Escuela Municipal de Arte La Llave.

Si bien el nombre “Libro de Boock” hace referencia a la calle donde vive, “Pampa de Huenuleo” asoma como la obra más barilochense de Graciela Cros. “El título viene del primer poema, al que empecé cuando estábamos haciendo con Pablo Rasetto el espectáculo que se llamaba Rancho Grande. Él me había invitado a participar con Cantos de la gaviota cocinera y algo de Hacer la de Elvis… Yo había leído en el diario noticias de las que habla el poema y armé algo que pretendí locamente que fuera un rap. Lo leímos juntos, él empezó a ponerle música pero era tan denso el material, tan serio y profundamente doloroso, que quedó ahí”.

Se dio el trayecto que había descrito párrafos arriba. “Lo abandoné… Pero en algún momento volvió, luego vino el año de los feminicidios en Bariloche (2016) y finalmente, ahí lo trabajé, lo corregí muchísimo, lo podé porque era enormemente largo y finalmente quedó. Alrededor suyo, como si fuera el portal de entrada a los poemas difíciles, entraron los otros… Morgue Fiorito es muy tremendo para mí porque habla de la muerte de mi madre, hay poemas de enfermedad que toman a la enfermedad como parte de la vida y la muerte… Es un libro muy fuerte”, sintetizó la poeta.

Alivianar la carga

Decididamente a raíz de esa atmósfera y “como si fuera para compensar, en la última parte del libro incluyo unas crónicas que deliberadamente denominé así, como si fueran un género que no pudiera incluirse dentro de un libro de poesía. A mí me gusta mixturar, al igual que los nombres propios, entonces incluyo Crónicas alemanas, que tienen humor, que tienen ironía y que traen algo de frescura. Buscan aligerar un poco el material denso que hay antes. Así lo veo yo, no sé qué verán los lectores”, se divirtió.

Si bien la Pampa de Huenuleo es “el Alto, donde están los barrios y donde está la zona más caliente o conflictiva de nuestra comunidad, de alguna manera tomo Pampa de Huenuleo como metáfora de la conflictividad social”. Este cronista tuvo la chance año y medio atrás de leer una versión preliminar del escrito y puede adelantar que se avecinan perturbaciones de importancia para las futuras lectoras y lectores.

Recordó Cros que “en principio, un poema transita por distintas etapas. Recuerdo que te consulté a vos sobre la ortografía de Huenuleo, porque lo veía escrito con h, con b, con g y w, pero la que tenía internamente era con h. En principio, se llamaba Niños solos en Pampa de Huenuleo, porque me había enterado de algo muy estremecedor: niños solos dormían en panteones del cementerio… Esa imagen me taladró y a partir de ahí hubo otros sucesos que investigué o me fui informando sobre esa ‘Franja de Gaza’ nuestra. Luego, en 2016 se sumaron los feminicidios, pero quiero aclarar que lo tomo como territorio simbólico o metafórico, al que nombro Pampa de Huenuleo. Representa algo simbólicamente”, insistió.

Como podía sospecharse, las “Crónicas alemanas” tienen su origen en la invitación que en 2015 cursó la Universidad de Jena a la vecina de Bariloche. “Efectivamente, y están tomadas con humor. Son algunos hechos risueños y anecdóticos para recordar con una sonrisa lo que me ocurrió estando en la ciudad de Jena, cuando fui invitada al coloquio que organizaron la Universidad de Jena y otras universidades. Así que mezclo algunas palabras en alemán y escribo sobre hechos que efectivamente, fueron anécdotas reales que traté de convertir en una crónica risueña escrita en verso. Son acontecimientos para sonreír o francamente reírse”, avisó. Para al menos, moderar el arrinconamiento.

Festejar el parto

Fiel a su estilo, la presentación de “Pampa de Huenuleo” será para Graciela Cros un acontecimiento colectivo. “El comentario lo va a hacer el escritor Sebastián Di Silvestro, que además es un querido amigo. Habrá música con Camila Bendersky y Juan Fulgueiras, haciendo tango con guitarra y violín. También convoqué al dúo de Pablo Rasetto y Víctor Batán, eso me va hacer muy feliz. Y después vamos a brindar por la parición de este nuevo libro de poesía”, avisó la escritora.

La que sigue fue la enumeración que a pedido del periodista, Cros alineó en su memoria: “Poemas con bicho raro y cornisas”, “Pares partes”, “La escena imperfecta”, “Flor Azteca” “Urca”, el libro colectivo “Decimos”, la primera edición de “Cordelia en Guatemala”, “Libro de Bock”, “La cuna de Newton”, la reescritura de “Hacer la de Elvis”, “Mansilla”, “Cantos de la gaviota cocinera” (obra reunida en España) y “Pampa de Huenuleo”. Además, habría que sumar su novela “Muere más tarde” (2004). El libro de próxima aparición saldrá por Ediciones en Danza y en su portada, se destaca la foto del gran Alfredo Leiva.