07/03/2017

Las trabajadoras de El Cordillerano adherimos al Paro Internacional de Mujeres

Nos sumamos al Paro Internacional de Mujeres con el fin de visibilizar la lucha en contra de la violencia machista y patriarcal presente en la sociedad dentro del actual sistema cultural y económico de producción, y en el que, en particular, las mujeres resultamos sometidas a la violación constante de nuestra integridad, dignidad y derechos. 

Las trabajadoras de El Cordillerano adherimos al Paro Internacional de Mujeres

Desde nuestro lugar de trabajo decidimos llevar adelante un paro activo ya que se trata de un medio de comunicación, y es en este sentido que creemos importante que la información referida a las acciones que se desarrollen en el marco del Paro Internacional de Mujeres, en Bariloche y la región, tengan el máximo de difusión.

Desde ya repudiamos los femicidios y demás muestras extremas de violencia de género, pero también somos conscientes -y víctimas directas en tanto nuestra condición de mujeres en el día a día- de la presencia constante de modos de tratamiento sexista y violento establecidos e insertos en acciones y discursos ya naturalizados. La manipulación de determinados estereotipos y valores, entre otros, se encarga de reproducir las relaciones de desigualdad y dominación basadas en el género.

Esto -que forma parte de nuestra cultura y que, a partir de un reciente despertar de la consciencia colectiva, se hace ya intolerable-, es quizás lo que queremos visibilizar en nuestra vida diaria.

Invitamos a nuestros familiares, compañeros y compañeras de trabajo, amigos y amigas, parejas, y a toda la sociedad en general a reflexionar, por un lado, sobre el rol cultural que se les asigna a hombres y mujeres (destacando que, por ejemplo, no existen realmente “trabajos de varones” y “trabajos de mujeres”). Por el otro, a visibilizar la violencia de género que se pone en práctica desde el hecho de reducir nuestras capacidades -ya sean laborales, artísticas, intelectuales, físicas, etcétera- a la cosificación de nuestra imagen y cuerpo para consumo masculino, hasta la agresión física y el asesinato.

Las mujeres trabajadoras, al igual que los hombres trabajadores, trabajamos para ganar nuestro sueldo, no para ser sometidas a insultos, suspicacias, propuestas, “chistes”, miradas y comentarios maliciosos y violentos, que se inscriben en lo que, desde el sentido común, se ha denominado como “micromachismos” y se encuadra en la base desde la que se erige la violencia de género.

Por una sociedad sin violencia, ni en casa, ni en la calle, ni en el trabajo.

Trabajadoras del Diario El Cordillerano

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