08/01/2017

Melchor, Gaspar y Baltasar también se dieron una vueltita por Parque Lago Moreno

- LA SONRISA DE LOS MAS PEQUEÑOS VALE EL ESFUERZO - Por suerte, Bariloche tiene la particularidad de que Papá Noel y los Reyes Magos, además de ir de casa en casa, visitan barrios, comedores y todos los lugares donde se pueda sacarle una sonrisa a niños y niñas. Melchor, Gaspar y Baltasar, también se dieron una vueltita por el barrio Parque Lago Moreno.

Melchor, Gaspar y Baltasar también se dieron una vueltita por Parque Lago Moreno
Mirando los regalitos y a la espera de otra “lluvia de caramelos”.
Mirando los regalitos y a la espera de otra “lluvia de caramelos”.

Los chicos de Parque Lago Moreno ya habían vivido una muy linda experiencia con la llegada de Papá Noel, pero la junta vecinal no se quiso quedar en ello y redobló la apuesta para el 6 de enero.

Fue así como se organizó otra vez en la “Plaza del Barrio” una “juntada” matizando la espera de los Reyes Magos con budines y panes dulces aportados por la junta y bebidas que llevaron los vecinos. Vale la pena resaltar que esta vez fue mucho más numerosa la participación de los padres y madres, quienes concurrieron junto a sus pequeños, incluso, hasta se contó con la presencia de una familia de turistas llegados desde la localidad bonaerense de Moreno, que pasaban unos días en casa de unos parientes, quienes al enterarse de la “movida” no dudaron en acercarse.

Justamente, el comentario de esa señora fue una de las “caricias” que recibieron los vecinalistas, ya que dijo “es muy lindo esto. Se juntan todos, se comparte un rato mientras los chicos juegan, y el remate es la llegada de los Reyes Magos. La verdad, pasamos un momento muy agradable”.

La tarde se presentó con un cielo amenazante por momentos y algo de viento, pero eso no fue impedimento para que a partir de las 15 horas la gente, y en especial los más pequeños, se fueran acercando a la plaza ubicada en Del Chaparrón entre De La Brisa y El Rayo. Un partidito de fútbol por allá, jugando en el tobogán por acá y alternándose en el uso de las hamacas, chicos y chicas fueron matizando la espera. Mientras tanto, los mayores mantenían charlas que iban desde temas generales, hasta alguna sugerencia para mejorar las cosas en el barrio. Todo en un clima distendido, de buena convivencia, y con algo de impaciencia.

Es que los Reyes iban a llegar a las 15.30 aproximadamente desde el Cuartel de Bomberos Ruca Cura, pero hubo alguna demora. Mariana Matías, presidenta de la junta, informó a los padres -porque los chicos preguntaban a cada segundo “¿Cuándo llegan los Reyes?”-, que se había comunicado y le explicaron que “debieron salir a una emergencia, pero ya volvieron y se están preparando”.

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Y la verdad, la espera valió la pena, el ulular de la sirena puso en alerta a niños y niñas. Los más grandes fueron en sus “bicis” a ver por dónde andaban y volvieron presurosos con la novedad. “¡Están por acá nomás, ya llegan…!” Al ratito, Melchor, Gaspar y Baltasar hicieron su aparición en la caja de una camioneta. Los nenes se ubicaron por un sector y recibían un pequeño regalo, mientras lo mismo ocurría por el otro lado con las nenas. Una vez que cada uno tuvo su bolsita, empezó la “Lluvia de caramelos”. Fueron alrededor de 20 minutos “intensos”, con mucha participación y alegría.

No cabe duda que en estas fiestas, Matias y los demás integrantes de la junta vecinal del barrio Parque Lago Moreno han tenido una excelente iniciativa, que más allá de alegrar a los pequeños, ha servido para que los vecinos se junten, intercambien ideas, den alguna opinión con respecto a qué se puede hacer para mejorar, e incluso muchos tengan la ocasión de conocerse, pues se trata de una zona que ha crecido en lo edilicio y ocupacional en forma vertiginosa y constante en los últimos años.

Por ejemplo, una de las vecinas mostraba una foto tomada con su celular donde se hallaban varios troncos apilados, recién cortados, a la vera del cauce del arroyo Casa de Piedra y consultaba si Parques o alguna otra entidad había autorizado esa tala, dando precisiones de dónde era el lugar. “Es de la calle De La Garúa, por el sendero que va hacia el Puente, a unos pocos metros”, como para tomar nota y hacer las averiguaciones correspondientes.

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