07/01/2017

Silvia Urtubey: “La rebelión de la muda”

- TENDRÁ QUE ESTAR EN LA CALLE EN MAYO - Así tituló a su libro de poesía que se hizo acreedor de publicación por parte del Fondo Editorial Rionegrino . La autora se considera “poeta de largo aliento” y sabe que su poesía es de “tono intenso”. Está en pleno trabajo editorial.

Silvia Urtubey: “La rebelión de la muda”
La poeta.
La poeta.

Por Adrián Moyano
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“La rebelión de la muda” será el título del libro que según los planes del Fondo Editorial Rionegrino (FER), deberá estar en la calle en mayo próximo. Su autora es Silvia Urtubey, vecina de Dina Huapi “hace 30 años”, integrante del grupo Yuyos Malditos, agitadora literaria desde diversos ángulos y flamante jubilada de la docencia. Se hizo acreedora de la publicación al lograr un premio en la Primera Convocatoria Literaria 2016 del sello provincial, en la categoría Poesía. Un reconocimiento de importancia.

“Se empezó a escribir hace 10 años”, le dijo la autora a El Cordillerano. “Tenía más poemas pero a algunos los tuve que sacar porque ya habían sido premiados en algún otro concurso, individualmente o como poemarios pequeños. A otros los saqué porque se descolocaban de la centralidad de lo que se fue constituyendo como libro”, señaló Urtubey. Precisamente, avanzar hacia el libro fue un asunto arduo.

Confió la escritora: “hacía tiempo que no me dedicaba a formular alguna clase de concepto para unificar en un libro un grupo de poemas sueltos y soy una poeta de tranco largo… Incluso mis poemas son largos, entonces eso también abonaba a la complejidad para armarlos como libro.

El jurado no iba considerar si los poemas sueltos eran buenos, lindos o bellos, sino al libro. Eso fue complejo”, resaltó.

Aunque se trate de un hato de poemas, “igual necesitan una unidad conceptual, una centralidad que puede ser radial y escaparse hacia algunas zonas ajenas pero de última, tienen que tenerla y que lata, que palpite en el libro. No soy especialista, nunca estudié Letras pero soy una buena lectora y esa es la otra cara de la moneda: así se constituyó una como escritora… Entonces, me costó pero una vez que tuve una idea de cuáles sí y cuáles no, igual no me sentía del todo conforme y necesité un asesoramiento externo, si así se lo puede llamar… Le di la obra entera con los poetas numerados a mi pareja (Ariel Navalesi), que también es escritor”, admitió la autora.

La mirada exterior resultó organizadora. “Confió mucho en él porque es un escritor de fuste, tanto en narrativa como en poética. Me hizo una devolución por mail y me dijo que le parecía que había tres fases, que no tenían una continuidad cronológica pero había grupos de poemas que eran afines a la familia de palabras de infancia: infancias, infantil, niñas, criatura, pequeño, miniatura. Y otras dos: una que tenía que ver con el lado femenino, la femineidad o la potencia femenina en la escritura poética y por último, otro grupo que afinaba en la tonalidad del mundo”, señaló Urtubey.

A laburar

Esa esquematización “por un lado, me alivió porque (Navalesi) encontró tres líneas que podían unirse en un concepto pero por otro lado me arruinó la vida (risas del cronista), porque entonces, había que ponerse a trabajar”, historió la poeta. “Además me dijo qué poemas para él afinaban con las infancias, cuáles con el ser femenino y cuáles con el mundo. Yo acordé pero con un gran esfuerzo de la voluntad: yo trabajo como correctora editorial y muchas veces me tengo que cuidar de no invadir a la persona cuyo texto estoy mirando y acompañando, porque uno tiene la tentación espantosa de reescribirlo… Lo más misterioso de corregirle a alguien o de hacerle un aporte a su escrito, radica en que el otro no deje de serlo, siempre. Así que lo acepté, me pareció que algunos estaban en un límite pero decidí dejarme llevar y que ese límite lo decidiera la mirada de Ariel y dejar que ocurriera”, compartió.

Antes de enviar el libro al concurso, “lo que hice fue volver a leer cada parte para titularla (busca el impreso)… No siempre me acuerdo cómo titulé porque soy de las que me leo a mí misma y me olvido de lo que escribí a los 5 minutos. Capaz tengo que hacer un esfuerzo para reconocerme, pero escribo poesía con tono intenso, no lo puedo evitar. No es una postura, no es una moda… Vine así. Entonces, una vez que terminé de escribir: chau, que se vaya… Que la disfruten o que la tiren (encuentra el índice). Entonces, la Parte I tiene como subtítulo Contraseñas de la cría, la Parte II Alegato de la hembra y la tercera, El mundo, gritos, sigilos y escondites”. La muda se rebeló, queremos prestar atención a sus llamados.

Devoluciones del jurado

Trabajaron en el jurado para el concurso que organizó el FER (el primero en mucho tiempo), Graciela Cros, Cecilia Fresco y Raúl Artola, tres nombres importantes de las letras regionales. La primera es vecina de Bariloche, la segunda reside en Villa La Angostura y el tercero, habita en Viedma. “Si bien me esforcé para que pareciera un libro, igual me sorprendió cuando algunos de los jurados lo señalaron”, señaló Silvia Urtubey, autora de “La rebelión de la muda”.

Admitió la autora cierta inocencia. “Yo no sabía quiénes eran y ellos tampoco quiénes éramos (los concursantes), porque se utilizó el sistema de los pseudónimos. El mío fue Intemperie… Dos de ellos me ubicaron por Facebook ni bien salió el veredicto y me comentaron que habían trabajado como jurados. Una fue Cecilia Fresco, yo no la conocía… No conocía a ninguno de los tres, reconozco que soy bastante dejada porque tampoco conocía su obra. Los conocía de nombre pero no había llegado a leerlos. De Graciela Cros había ojeado alguna vez La cuna de Newton pero no lo compré por circunstancias. El otro jurado fue Raúl Artola”.

A fin de cuentas, “cuando Cecilia y Raúl me contactaron, me hicieron comentarios: la obra transmite ser un libro, un libro completo de pies a cabeza, dijo alguno de ellos. Me sorprendí, pero después me decía: ¿cómo me voy a sorprender? Si trabajé más en eso que en la poesía”, confesó la autora. Según relató, de Viedma le informaron que el proceso de corrección ya finalizó. Que se aceleren los tiempos.

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