Dio primer paso coproducción teatral argentino chilena

Por Adrián Moyano
[email protected]

En el verano de 1979, la base del cerro Catedral era un inmenso campamento militar en donde se desplegaban centenares de pequeñas carpas. Los oficiales tomaban café en las pocas confiterías que estaban abiertas y de vez en cuando, una avioneta verde oliva sobrevolaba la posición. En una de las orillas del lago Moreno, un cañón apuntaba hacia el oeste con una dotación mínima, porque después de todo, no habría guerra. En la zona de la Catedral se estacionaban decenas de camiones 1114, en sus puertas podían leerse identificaciones de lejanos municipios entrerrianos porque la premura de la movilización no había permitido caracterizarlos de manera castrense. En algunos de ellos, colimbas con frío aguardaban que llegara la hora de volver a casa. El que firma contaba por entonces 14 años y junto con sus compañeros, distribuyó unos pocos paquetes de Criollitas entre los pibes, no tan mayores. El 24 de diciembre del año anterior, el cardenal Antonio Samoré había logado su cometido y la guerra más ridícula de todas, no alcanzó a librarse. Pero el ambiente opresivo todavía no se disipaba.

Cuando el año que viene se cumplan 40 años de la exitosa mediación papal, un elenco binacional se propondrá estrenar una obra que permita “borrar fronteras y construir a través del teatro, lazos de hermandad e intercambio”. Días atrás se reunieron en Bariloche Macarena González y Natalia Alfaro, actrices de Puerto Montt, el gran Garza Bima, vecino de Villa Regina y Maxi Altieri, anfitrión en los hechos e impulsor de la idea. Pero El Cordillerano se enteró de ese cónclave inicial cuando los participantes ya estaban de regreso en sus lugares de origen, de manera que distribuyó unas preguntas por correo electrónico entre Altieri y González. Se sumó al intercambio Arístides Vargas, quien oficiará de director ante tamaño desafío. Su participación es un hecho sustantivo que a priori, garantiza el resultado artístico de “Mula plateada”, tal el título del trabajo.

EC: - ¿Qué dificultades y qué atractivos plantea una coproducción como la que se proponen?

Arístides Vargas: - Las distancias son un problema fundamental. No únicamente las distancias geográficas, que son las más evidentes, sino las distancias culturales, las diferentes realidades que habitamos y las maneras diferentes de entender nuestro entorno. Pero a la vez, aquí reside la potencia del proyecto, en tender puentes entre estas diferencias. Creo que vivimos los albores de una nueva manera de entendernos entre artistas que habitamos países o ciudades alejadas entre sí.

Maximiliano Altieri: - La verdad que las dificultades son muy pocas, son operativas, sobre todo las distancias. Pero son tantos los atractivos que quedan totalmente minimizadas. Destaco la temática: poder reflexionar sobre un hecho sobre el cual hay muy poca producción artística y que fue tan fuerte en la Patagonia me parece importante. Siempre la posibilidad latente de una guerra despierta sentimientos muy nobles en algunas personas y muy miserables en otras. También es sumamente rico trabajar con gente con la cual uno habitualmente no trabaja y además, de otros países. Compartir este proyecto con dos tremendas actrices como son Macarena y Natalia y con el gran maestro Arístides Vargas es un enorme desafío.

“Otra cuestión fundamental –continuó Altieri- es el intercambio y seguir abonando este fluir teatral entre Puerto Montt y Bariloche que comenzó ya hace 3 años con los Temporales Teatrales y las Nevadas de Teatro. Logramos desde el arte lo que muchas veces no se consigue desde la política. Por último, quiero rescatar la importancia que tienen los proyectos a mediano plazo, algo que desde el arte nos cuesta pensar. Nosotros estamos programando estreno y ensayos para 2018, respetando los tiempos que merece un emprendimiento tan ambicioso como este.”

Macarena González: - Creo que realizar una coproducción es una tremenda y maravillosa oportunidad, cualquier actor debe sentirse afortunado. Estar dentro de un proyecto así está lleno de atractivos en todos los niveles… El hecho de poder compartir diferentes experiencias teatrales, compartir conocimientos, unir puentes, redes… Hay un ida y vuelta de conocimientos, aprendizajes y experiencias. Sin lugar a dudas es una tremenda oportunidad de crecimiento profesional y de vida para todos los involucrados. Y bueno, las dificultades… Obviamente está la distancia, el hecho de vivir en países diferentes que tienen diferentes horarios… Teatralmente hablando es una gran dificultad, pero lo positivo de estos tiempos es que contamos con gran tecnología y entonces, podemos hablar, comunicarnos y saber de nosotros en cualquier momento gracias al whatsApp, Facebook, email, Skype, etc. En el camino iremos viendo más dificultades: cómo costear pasajes, cómo coincidir en funciones, porque claramente, cada uno de nosotros, como buenos actores, trabajamos en mil partes más y coincidir en los tiempos es una gran dificultad. Pero al menos estamos todos muy contentos y dispuestos, con planificación oportuna todo se puede. Así que en resumidas cuentas creo que sin lugar a dudas este proyecto tiene muchísimos más atractivos que dificultades.

EC: - ¿Cómo es el plan de trabajo para el año y medio que restaría para el estreno?

Arístides Vargas: - Nos reuniremos en espacios diferentes en el transcurso de algunos meses: Mendoza, Bariloche, Puerto Montt, Quito… Son lugares previstos de reunión (Vargas reside en Ecuador).

Maximiliano Altieri: - Viene una primera etapa de escritura, que compartiremos Arístides y yo. Por ahora hay algunas ideas vagas pero en breve nos juntaremos, probablemente en Mendoza, para hacer un primer abordaje de la historia a partir de un encuentro intensivo de 10 días. Luego vendrán algunos encuentros para hacer un primer acercamiento actoral a la historia, para comenzar con los ensayos fuertes en el primer semestre de 2018. El estreno está previsto para julio en los Temporales Teatrales y en las Nevadas de Teatro.

Macarena González: - Habrá una primera etapa de escritura en donde participará mi compañero Maximiliano Altieri, junto al grandísimo Arístides Vargas. Esa primera etapa se hará durante el primer semestre del año. Y luego tendremos nuestros primeros ensayos, lectura de texto, prueba de personajes, puesta en escena y demás.

EC: - ¿Qué se puede adelantar en cuanto a la trama de Mula plateada?

Arístides Vargas: - El cuento que queremos contar, si bien parte de un momento histórico concreto, nos permite reflexionar sobre una confrontación que no depende tanto de los sentimientos de la gente de los dos países, sino de intereses que devienen del ejercicio de poder, del interés coyuntural de exacerbar sentimientos patrios. Es lo que hace el fascismo cuando quiere justificar sus medidas.

Maximiliano Altieri: - No demasiado porque por ahora hay sólo pequeñas ideas y situaciones en el aire. En breve comenzaremos el proceso de escritura y ahí sí tendremos más para contar. Lo cierto es que estará el conflicto entre ambos países y las situaciones y actitudes que esto despierta entre la gente de a pie, aferrándose a falsos patriotismos que sólo generan odio y rencor por un lado y por otro lado, actitudes solidarias que son increíbles y que no salen en los libros de historia.

Macarena González: - No podemos adelantar mucho, sólo que la obra se realizará cuando se cumplan los 40 años del casi conflicto entre Chile y la Argentina. La obra tendrá varias aristas, entre ellas las relaciones humanas, las diferencias entre chilenos y argentinos, cualidades y características de cada uno.

EC: - ¿Qué recuerdan de aquella circunstancia, es decir, el ambiente bélico entre la Argentina y Chile?

Arístides Vargas: - Lo recuerdo como los días terribles de dos dictaduras, que fueron capaces de arrastrar a dos países, tan cerca y a la vez tan lejos, a una confrontación de desastres incalculables para dos pueblos. Menos mal que no sucedió.

Maximiliano Altieri: - En esa época todavía no estaba en la Patagonia, pero he mantenido varias conversaciones con gente que vivió el momento en Bariloche y recuerdan la gran cantidad de tropas movilizadas que había. Era prácticamente una ciudad sitiada por el Ejército. En estas zonas fronterizas del sur se vivieron situaciones de muchísima tensión. Por otro lado, me llama la atención la precariedad de la paz, en esos momentos donde no había la comunicación que hay hoy. Situaciones donde a alguien se le escapa un tiro por error y se desencadenaba una guerra.

Macarena González: - Particularmente no recuerdo nada, ya que aún no nacía (risas). Así que me he puesto a leer, ver videos de noticieros de la época, películas y preguntando por todos lados, para hacerme una idea de cómo fue ese momento en Chile.

Sin precedentes en la región

EC: - ¿Saben de precedentes a escala regional -sur de Chile, sur de la Argentina- de iniciativa similares? ¿A niveles nacionales?

Maximiliano Altieri: - A niveles nacionales sí los hay, pero a nivel patagónico sería la primera experiencia de estas características: una coproducción con artistas de ambos lados de la cordillera. Todo un desafío que esperamos plasmar de la mejor manera posible y para ello hemos convocado a un gran director como es Arístides Vargas, toda una eminencia del teatro que ha sido capaz de contar las historias más trágicas, con mucha humanidad, calidez y poesía.

Macarena González Gómez: - L verdad es que no, no conozco a ninguna compañía que haya hecho un trabajo similar, en donde actores de diferentes países se junten a realizar una obra. He visto otras cosas como actores de otros países que vienen a dirigir chilenos o a enseñar y dar charlas. Pero un trabajo teatral, no.