02/01/2017

Condenaron a Claudio Osman a prisión perpetua por el asesinato de Ruth

- LA FAMILIA SAGAUT ROMPIO EN LLANTO AL CONOCER LA SENTENCIA - Claudio Osman recibió la más dura de las sanciones que establece el Código Penal al ser condenado a prisión perpetua por el asesinato de quien aún estando separados, legalmente seguía siendo su esposa, Ruth Sagaut.

Condenaron a Claudio Osman a prisión perpetua por el asesinato de Ruth
Claudio Osman, muy custodiado, siguió la lectura.
Claudio Osman, muy custodiado, siguió la lectura.

Por Héctor Arcore
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Fue inculpado por “Asesinato doblemente agravado por el vínculo y por femicidio”. El abogado defensor puede apelar la sentencia, por lo que no está firme, aunque Osman seguirá alojado en el Penal III.

La Cámara Segunda del Crimen, cuyo tribunal estuvo presidido por el doctor Gregor Joos, quien fue el autor del fallo, corroborado por sus pares Héctor Leguizamón Pondal y Rubén Marigo, condenó a Claudio Osman a la pena de prisión perpetua por el asesinato de Ruth Sagaut. El Tribunal, que dio lugar a la pena solicitada por el fiscal Martín Lozada y los abogados de la querella, Alejandro Valdés y Slavko Jankovic, indicó que la decisión se tomó al considerar a Osman “autor penalmente responsable del asesinato doblemente agravado por el vínculo (vale recordar que a pesar de estar separados, para la ley aún seguían casados) y por encuadrar en el marco del artículo 80, inciso 11, del Código Penal que pena el femicidio”.

Además, los jueces rechazaron el planteo del abogado defensor, doctor Sebastián Arrondo, quien había pedido que no se aplicara la prisión perpetua, ya que iba contra los tratados internacionales el hecho de que un condenado no supiese los años de reclusión que debía cumplir.

Al referirse a este punto, Leguizamón Pondal, que fue uno de los que leyó la sentencia en la jornada de ayer, junto a la secretaria de la Cámara, María Elisa Celoria, indicó que los jueces determinaron que es muy claro el Código Penal cuando se habla de prisión perpetua, ya que establece en su artículo 13 que quien recibe esa condena deberá pasar 35 años en prisión como mínimo y que hasta el propio Superior Tribunal de Justicia de Río Negro ha sentado precedente al respecto. Sin embargo, también indicó que la defensa puede apelar, aunque dada la gravedad de lo juzgado, Osman deberá permanecer en el Penal III.

La lectura estaba prevista para las 12 horas, por lo que 15 minutos antes se abrieron las puertas del recinto para permitir el acceso de amigos y parientes de la víctima y del imputado y un numeroso grupos de periodistas y reporteros gráficos. Pero faltaban los “actores principales” al llegar la hora señalada, al tiempo que no se sabía si Claudio Osman iba a estar presente (el acusado puede no hacerlo si así lo desea). Veinticinco minutos después de las 12, con una fuerte custodia Osman hizo su ingreso develando la incógnita y diez minutos más tarde lo hicieron Héctor Leguizamón Pondal y María Elisa Celoria.

Todo comenzó recordando las declaraciones ante el Tribunal de Claudio Osman, en las que clamó su inocencia, señalando ser un buen padre, y dando su relato de los sucesos ocurridos en la noche de 18 de marzo del año pasado, cuando según su testimonio, regresó a la casa a las dos de la mañana, vio las piernas de Ruth a través de las cortinas de una de las ventanas y golpeó la de la pieza de su hija para que ella le abra. Una vez en el interior, dijo que vio el cuerpo de Ruth con una soga en el cuello y salió a pedir ayuda.

A la hora de tomar la terminación, los integrantes del Tribunal, dejaron en claro que fue fundamental lo que opinaron los médicos actuantes en el caso. La doctora de Guardia que recibió el cuerpo ya sin vida de Ruth, el responsable de Criminalística de la Policía y los dos forenses. Es que todos coincidieron que Sagaut no presentaba los síntomas de una persona que había muerto ahorcada al suicidarse.

Por el contrario, en primer lugar remarcaron que la cortadura debajo del ojo izquierdo y el sangrado de la nariz, jamás podría habérselo hecho golpeando contra la pared cercana al barral de la ventana, porque la soga era muy corta como para dar un giro de 180°, ya que el lado derecho de su cuerpo era el que estaba más cerca y porque la herida en el ojo se produjo con algo que ejerció presión, como podría ser un anillo (Osman aseguró que él golpeó la ventana con su anillo) o un puntapié y que lo liso de la pared no se compatibilizaba con esas circunstancias.

Durante todo el desarrollo de la lectura se volvieron a recordar detalles de lo aportado por cada uno de los que pasaron a dar su testimonio y se citó escritos de prestigiosos juristas que hablan de la diferencia entre ahorcamiento y estrangulación, coincidiendo los facultativos en que la muerte de Ruth Sagaut se produjo por esta segunda causa.

Para los jueces, quedó probado que Osman llegó a la casa esa noche muy enojado con su ex pareja y madre sus hijos por la relación que tenía con un hombre que la estaba haciendo muy feliz tanto a ella como a los pequeños, a tal punto que al entrar a la vivienda en forma violenta y encontrarse con Pérez -la nueva pareja de la víctima-, gritó “¿Vos llamaste a este pelotudo para que te defienda?”. En este punto, los jueces indicaron ¿defenderla de quién? Si es que todo ocurrió como dijo Osman que fue en forma pacífica a saludar a sus hijos.

Ocurre que Pérez declaró durante el juicio que Ruth lo llamó con voz temblorosa para que fuera a la casa. Eso sucedió después que el condenado le había dicho que iba a ir a verla.

Tras la discusión entre los dos hombres ambos abandonaron la vivienda con intenciones de dirimir la cuestión afuera, pero la discusión fue bajando de tono cuando el condenado le dijo a Pérez “¡Tengo una calentura que la cagaría a patadas!”, recibiendo como respuesta: “Vos la tocás y te rompo la trompa”.

Pérez se fue con unos amigos y Osman salió en su remís, pero al poco tiempo volvió y consumó el asesinato de quien, pese a la separación de hecho, seguía siendo legalmente su esposa, para luego ir a buscar al propio Pérez y decirle que Ruth se había suicidado. VER FALLO COMPLETO

Testimonios contundentes para establecer el femicidio

El doctor Héctor Leguizamón Pondal leyó los fundamentos de porqué Gregor Joos en su fallo rector, que no tuvo disidencias de sus pares, consideró que se trató de un femicidio. Hicieron hincapié en lo que marca la ley internacional al respecto, donde se define claramente que el delito se produce luego que una mujer se ve sometida por la otra persona, ya sea en forma psicológica o física. Para determinarlo de esta manera se basaron en los testimonios de las amigas y familiares de Ruth Sagaut, quienes a lo largo de las audiencias brindaron estremecedores relatos de las situaciones que le tocó vivir a la víctima y que fueron reflejadas ayer en la lectura de la sentencia, no dejándoles ninguna duda que este crimen se encuadraba dentro de la figura que agravó notablemente la pena.

Lo hizo callar la boca

“¡Cállese Osman, estoy dando lectura, espere a que termine!”, así se dirigió el doctor Héctor Leguizamón Pondal al acusado cuando éste quiso interrumpirlo en medio del reflejo de los relatos de amigas y parientes que indicaron la violencia física que ejercía contra Ruth Sagaut. No le quedó otra que callarse y ni que hablar de tener un espacio al final, cuando se le dictó la sentencia.

Se puso “loco”

Claudio Osman fue sacado por la puerta de atrás de la sala (por donde había ingresado) y llevado al móvil para ser devuelto al Penal III. Cuando todos los asistentes se estaban retirando, ya por el ingreso principal de edificio Pilmayquén, un oficial de la policía se acercó a otro uniformado de menor rango y se produjo este breve diálogo: “¿Usted vio el incidente?” recibiendo como respuesta otra pregunta de su subordinado “¿Qué incidente?”. Este cronista pensó que podría tratarse de lo sucedido en el interior de la sala con el padre del condenado (ver tema aparte), pero no fue así, ya que el oficial terminó diciendo “el que protagonizó el recluso dentro del móvil policial cuando empezó a los gritos”. Allí recibió la respuesta negativa del agente.

Sin su abogado

Los primeros en ocupar sus lugares, en lo que respecta a los profesionales actuantes, fueron los dos abogados de la familia Sagaut, Alejandro Valdés y Slavko Jankovic, luego llegó la doctora Betiana Cendón, fiscal en reemplazo de Martín Lozada, y la defensora oficial, quien se ubicó a su lado.

Llamó la atención que no estuviese el letrado del acusado, el doctor Arrondo. Antes de comenzar a leer, Héctor Leguizamón Pondal, aclaró que la sentencia ya se le había comunicado a las partes el día 29 de diciembre y que ayer se llevaría a cabo la lectura, por lo que el defensor estaba al tanto de la situación y que volvería a asumir en febrero para llevar adelante las acciones que crea conveniente. Eso sí, Osman nunca estuvo sólo, ya que a su lado, tuvo una nutrida custodia de la policía rionegrina, cubiertos los rostros con pasamontañas y con escudos protectores.

Muy reflexiva

Cuando ya se vislumbraban los movimientos de la apertura de las puertas de la sala de audiencias, Lorena Sagaut, hermana de Ruth, se paró frente a la gente y señaló “Por favor, sea cual sea la decisión de los jueces, que no haya desórdenes. Nosotros queremos justicia, no problemas. Sepamos acatar la determinación, aunque a lo mejor no sea la que esperamos”.

Durante toda la lectura se la vio muy conmovida, pero firme, aunque como era de esperar, al conocer la sentencia y ver a su madre sumida en llanto casi sin poder parar, también se “quebró”.

“Se hizo Justicia”

Después de un prolongado abrazo con su mamá, Ariel Sagaut, hermano de Ruth, se detuvo unos instantes para dialogar con los medios de prensa. Todavía con la voz quebrada indicó “Se hizo Justicia. Era lo que estábamos esperando, aunque esto no nos devuelve a Ruth”, para luego hacer referencia a lo vivido momentos antes “es difícil volver a escuchar todo con lujo de detalles, hay que pensar que hablaban de mi hermana y se describían situaciones muy duras. Quiero agradecer a los medios de prensa por el respeto con el que trataron el tema y a nuestra familia y a la Justicia, porque se hizo Justicia”.

Denuncian por amenazas al padre de Osman

Una confusa situación se produjo al darse por terminada la lectura de la sentencia. Los periodistas primero centraron su mirada en la retirada de Claudio Osman y luego en la familia de la víctima, cuyos integrantes estaban en la primera fila.

Pero en forma sorpresiva se produjeron algunas escaramuzas en el fondo de la sala, hacia la salida. Allí, el padre de Claudio Osman, era separado por otros allegados mientras se dirigía a algunas personas, alcanzándose a oír que decía “¡Ya van a ver quién soy yo, me van a conocer!”.

Aunque no se logró identificar hacia quiénes estaba dirigiendo las amenazas. Mientras el hombre y su reducido grupo de acompañantes abandonaba el edificio, una allegada a los Sagaut, le dijo a este cronista, “Fue a las chicas Carriqueo (una de ellas con un testimonio fundamental para inculpar a Osman por el trato violento hacia la víctima) y ya están en la Fiscalía haciendo la denuncia correspondiente”.

Las mujeres lo hicieron ante la doctora Betiana Cendón, quien fue una de las responsables de la lectura del fallo, en reemplazo de Martín Lozada.

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