Procesan a presunto homicida de Darío Cano

Por Mariano Colombo
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La Cámara del Crimen confirmó el procesamiento y la prisión preventiva de Robinson Paul Pradena, el joven imputado por el homicidio de Darío Ezequiel Cano, ocurrido hace unos días, en el barrio San Francisco. El acusado negó ser el autor de la agresión mortal y adujo que hubo una pelea.

Pradena, de 22 años, había sido procesado con prisión preventiva y alojado en el Establecimiento Penal 3 de la ciudad. Le atribuyeron la muerte de Darío Ezequiel Cano, a quien habría ultimado asestándole una puñalada en el abdomen, en una reyerta ocurrida semanas atrás en el barrio San Francisco de esta ciudad.

El hecho ocurrió el 1º de diciembre pasado alrededor de las cuatro de la mañana, en la calle Monteverde al 1500. Según la acusación, Pradena asestó un puntazo con un arma blanca a Cano, provocándole lesiones que poco después ocasionaron su deceso.

Al ser indagado por el juez Burgos y tras conocer el hecho que le atribuyeron, Pradena aceptó declarar y negó la autoría. Asistido por el defensor oficial Marcelo Álvarez Melinger, señaló que el hecho se produjo en el marco de un enfrentamiento entre dos bandas. Aunque negó haber apuñalado a la víctima, reconoció que lo había golpeado con un palo.

Pradena había sido detenido al día siguiente del ataque, tras una serie de allanamientos que arrojaron resultado negativo y en los que las autoridades tenían sospechas de que podían encontrarlo. Finalmente, horas después, al verse cercado por la policía, se entregó sin resistencia en el marco de otro procedimiento en el que se lo buscaba.

De acuerdo a la hipótesis fiscal, la víctima estaba en el lugar con sus hermanos Rocío y Nicolás, William Navarro y Robinson Salazar, mientras que por otro lado estaban Martín Aravales, Agustín Loncoman, Pradena y otra persona identificada como “el Chino”.

Al defenderse, Pradena atribuyó la puñalada mortal a uno de sus compañeros y pidió la realización de un careo entre él y las personas que lo habían señalado como autor del puntazo, cuestión que fue rechazada por el juez Burgos al dictar el procesamiento y la prisión preventiva.

Al analizar la medida dispuesta, Burgos sostuvo que “Su descargo, negando haber portado un cuchillo y aduciendo que él no fue quien dio la puñalada a Cano, se torna inverosímil frente a las constancias de autos ya citadas, especialmente de los testimonios recabados, pudiendo así suponerse objetivamente que el imputado, consciente de sus actos y con comprensión de la criminalidad de los mismos, produjo la lesión descripta en la víctima, dándole muerte”. Esa posición, ahora fue confirmada ante la instancia de apelación.