06/12/2016

El Estado argentino dejó de promover la investigación científica y el desarrollo tecnológico

Senadores y Diputados nacionales aprobaron la semana pasada el ceñido presupuesto para el año 2017, enviado por el presidente Mauricio Macri y su alianza Cambiemos al Congreso Nacional. De este modo, se concretó el brutal ajuste al sector de ciencia y tecnología; como así también la distribución arbitraria y discrecional de refuerzos presupuestarios a sólo 22 de las 56 universidades nacionales; pese a que la comunidad científica y universitaria de todo el país se opuso rotundamente y dio argumentos sobrados acerca del impacto que tendría el ajuste. 

En efecto, en numerosos documentos, movilizaciones, exposiciones y reuniones a lo largo y ancho del país se discutió el tema y se instó a los representantes del pueblo a apoyar y defender el sector. En Bariloche, el grupo de Científicos y Universitarios Autoconvocados-Bariloche (CyUAB) citó a los diputados y senadores por Río Negro para discutir sobre el tema; pero ninguno se hizo presente. Los diputados nacionales por Río Negro: Soria, Bardeggia y Doñate se opusieron al proyecto de presupuesto 2017 y al ajuste en ciencia, tecnología y universidad; mientras que los diputados Horne y Wisky votaron favor. Todos los senadores nacionales de Río Negro: Pichetto, Larraburu y Odarda, votaron por el ajuste. En virtud de ello, CyUAB no sólo las y los hace responsables de no representar los intereses de la provincia y de la nación, y del impacto que esto tendrá en el desarrollo del país; sino de convertir el tan mentado diálogo y la representatividad en una falacia democrática.

Hoy es de público conocimiento el primer resultado del ajuste, la reducción del 60% para los ingresos a carrera de investigador del CONICET (de más de 900 ingresantes en 2016, sólo entrarán 385 en 2017). A lo que se suma la disminución de fuentes de financiamiento para las investigaciones, que truncan líneas de trabajo y equipos de investigación. Como sostiene el grupo Ciencia y Técnica Argentina (CyTA), “[e]l achicamiento del CONICET es el prolegómeno de una nueva fuga de cerebros. Es la consecuencia natural de un modelo que apunta a reprimarizar nuestra economía dejando de lado el impulso al desarrollo industrial, alejando al sistema de Ciencia y Tecnología de las necesidades y demandas sociales y desincentivando el pensamiento crítico” (ver https://cienciaytecnicaargentina.wordpress.com/2016/12/05/el-grupo-cyta-ante-las-restricciones-al-ingreso-de-investigadores-al-conicet/).

Como en 1994, cuando Cavallo nos mandó a “lavar los platos”, las y los científicos argentinos somos nuevamente tapa de diario, pero no por nuestros logros –por cierto, reconocidos en el mundo entero-, sino porque el Estado dejó de promover la investigación científica y el desarrollo tecnológico y de apostar a una política de mediano y largo plazo que genera trabajo de calidad, innovación productiva y políticas públicas que buscan mejorar la calidad de vida de toda la ciudadanía.

Pese a todo, las y los trabajadores del sistema científico público estamos convencidos del rol central que tienen la ciencia, la tecnología y la universidad para la construcción de un país soberano. No vamos a permitir que destruyan una realidad, que hace tiempo dejó de ser una utopía. Para ello, entonces, esperamos contar con el apoyo de toda la comunidad, no sólo científica y universitaria sino de Bariloche en general.

CyUAB - Científicos/as y Universitarios/as Autoconvocados/as - Bariloche (de INTA, CONICET, Universidad Nacional del Comahue, Universidad Nacional de Río Negro, Centro Atómico Bariloche-Instituto Balseiro)

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