01/11/2016

El Balseiro capacitó en física médica a 25 jóvenes provenientes de distintas provincias

Durante el recién finalizado mes de octubre, 25 jóvenes de distintas universidades de Argentina y del exterior participaron de una escuela intensiva sobre física médica organizada por el Instituto Balseiro. Los docentes que participaron de este programa son referentes del campo en distintas instituciones de Argentina y del exterior. 

El Balseiro capacitó en física médica a 25 jóvenes provenientes de distintas provincias
Los chicos que estuvieron en el Balseiro durante el mes de octubre. (Foto Instituto Balseiro)
Los chicos que estuvieron en el Balseiro durante el mes de octubre. (Foto Instituto Balseiro)

La “Escuela J. A. Balseiro: Nuevas tendencias de investigación en física médica” se realizó del 3 al 28 de octubre en el Instituto Balseiro, dependiente de la Comisión Nacional de Energía Nuclear (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo), y en el Centro Atómico Bariloche. Participaron estudiantes avanzados y recientes graduados de carreras universitarias de física, química, bioingeniería y distintas ramas de la ingeniería.

Los alumnos tuvieron un entrenamiento teórico y práctico intensivo. Todos recibieron becas para poder asistir a esta escuela. Los estudiantes son oriundos de siete provincias de Argentina: Mendoza, Córdoba, Buenos Aires, La Rioja, Entre Ríos, Tucumán y Río Negro. También asistieron becarios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de seis países de la región: Paraguay, México, Uruguay, Chile, Brasil y Cuba.

“Nuestra escuela cubrió una brecha existente entre los cursos muy específicos de una semana de duración y los cursos o carreras de formación de posgrado de un año o más de duración. En este sentido, los alumnos se llevan una idea acabada y general de lo que es la física médica ya que conocieron todo un abanico de posibilidades, incluyendo las tareas asistenciales, la docencia y la investigación, que les permitirá tomar una decisión sobre su futuro profesional”, indicó el coordinador de esta escuela, el físico médico y doctor en Ingeniería Nuclear, Darío Sanz.

Asimismo, Sanz, que es egresado y docente del Instituto Balseiro, destacó que es crucial formar a los jóvenes en el campo de la física médica porque la cantidad de profesionales en la región y en el mundo es insuficiente. “En la Argentina tenemos alrededor de 200 físicos médicos y es necesario por lo menos duplicar esa cantidad”, remarcó el profesional, que es también coordinador de la Maestría en Física Médica que dictan en conjunto la FUESMEN y el Instituto Balseiro.

Esta escuela fue auspiciada por la CNEA, la UNCuyo y la Fundación Escuela de Medicina Nuclear (FUESMEN). También contó con el apoyo de la Fundación Williams, la Fundación Sauberán, el Centro Médico Mevaterapia del Hospital Italiano y la Fundación Argentina para el Desarrollo en Salud de Mendoza.

Experiencias en primera persona

Jorge Torres Díaz es graduado de Ingeniería nuclear del Instituto Superior de Ciencias y Tecnologías Aplicadas (INSTEC) de La Habana. Tiene 27 años. “En Argentina hice una residencia de dos años en física médica en la Fundación Marie Curie de Córdoba”, contó el joven, que quiso participar de esta Escuela Balseiro para profundizar sus conocimientos sobre medicina nuclear y radiodiagnóstico. Ahora está haciendo el doctorado en Física en la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación de la Universidad Nacional de Córdoba.

“Mis expectativas se cumplieron, todos los profesores fueron muy buenos”, dijo Torres Díaz. Y agregó que lo que más le impactó de la escuela fue todo lo que vieron de Imágenes por Resonancias Magnéticas (MRI, por sus siglas en inglés). “Mediante esa técnica se pueden hacer imágenes de cuerpos mediante la magnetización de los espines que están en los protones que nos conforman. Esas imágenes sirven para realizar diagnósticos”, explicó el joven, que luego de terminar su doctorado quiere dedicarse a trabajar en el campo de la física médica.

Nicolás Torasso es estudiante de la Licenciatura en Física en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Tiene 23 años y planifica recibirse a mediados de 2017. Destacó que quiso asistir a esta escuela porque siempre le gustó la física aplicada y que también lo motivó tener la experiencia de estar becado en otra ciudad. “Quería ver las cosas que se estaban haciendo en el país en el campo de la física médica y las perspectivas para futuros físicos que se dediquen al área”, afirmó el joven.

“El lugar es precioso. Me encanta salir y tener la montaña afuera, eso es impagable”, opinó sobre el campus del Instituto Balseiro. “Lo que más me gustó del programa fue el tema de resonancia magnética. En parte porque es un método no invasivo y porque tiene mucha física para investigar, aunque en realidad en todas las áreas hay mucho para investigar y para hacer”, dijo Torasso. También opinó que le pareció positivo que la escuela estuviera orientada al diagnóstico y al tratamiento del cáncer. “Todo el mundo tiene algún pariente cercano con cáncer. Y a mí hace poco también me tocó tener uno, que lamentablemente falleció. Así que siempre motiva poner un granito de arena en el área”.

Gloria Di Nardo es estudiante de la Licenciatura en Física Médica de la Universidad Nacional de La Plata. Tiene 22 años y se recibirá a fines de 2017. Ante la consulta de qué fue lo que más le gustó de la escuela, respondió que valoró el nivel de los profesores. “Quise participar de esta escuela para tener un pantallazo de todas las salidas laborales. Como ya termino la carrera, tengo que elegir”, explicó la joven. Contó que le gustaron mucho las clases sobre medicina nuclear, PET (siglas en inglés de “Tomógrafo por Emisión de Positrones”), y MRI.

Di Nardo contó que le gustó mucho estar un mes en el Instituto Balseiro. Y destacó que en esta escuela se hizo énfasis en que los físicos médicos pueden trabajar tanto en el campo clínico como en el campo de la investigación; o combinando ambas áreas de trabajo. “En clínica, por ejemplo, podemos trabajar en mejorar la performance de un equipo y asegurar que está funcionando bien”, dijo la joven. Y agregó que en investigación hay todo un terreno de desarrollo de software de análisis de imágenes que es muy desafiante para los físicos médicos, entre otras actividades.

Un mes de clases y seminarios

De Argentina, las universidades representadas por sus estudiantes o graduados en esta escuela fueron: la Universidad Tecnológica Nacional (Regionales de Mendoza y Haedo); la Universidad Nacional de Córdoba, la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de Mar del Plata y la Universidad Nacional de La Plata. También, estuvieron: la Universidad Nacional de Entre Ríos, la Universidad Favaloro, la Universidad Nacional de Tucumán, la Universidad Nacional del Sur y la Universidad Nacional de Cuyo.

Del exterior, participaron graduados o estudiantes de la Universidad de la Habana (Cuba), la Universidad de las Américas Puebla (México), la Universidad de Tenerife (España), la Universidad de Concepción (Chile) y la Universidad Nacional de Colombia.

El programa planteado por el Instituto Balseiro incluyó cursos teóricos y prácticos. En las primeras tres semanas se hizo un recorrido por material introductorio sobre las grandes áreas de la física médica: radioterapia, medicina nuclear y radiodiagnóstico. Esto incluyó la física de las radiaciones ionizantes y no ionizantes, radiobiología, dosimetría, instrumentación, radiofarmacia, fisiología, biofísica, física computacional, protección radiológica y resonancia magnética.

También se abordaron otras aplicaciones menos convencionales de la física médica: imágenes ópticas, láser, mediciones eléctricas y biomagnetismo. Además, los estudiantes conocieron los aspectos más modernos del equipamiento y técnicas de uso clínico, incluyendo: PET, SPECT (tomografía por emisión de fotón único), MRI (resonancia magnética), CT (tomografía computada, US (ultrasonido), IO (imágenes ópticas), mamografía, AL (aceleradores lineales y ciclotrones), HDR (braquiterapia de alta tasa de dosis).

La escuela concluyó con una última semana donde los becarios asistieron a talleres sobre temáticas de actualidad en medicina oncológica y neurociencias donde se enfatizaron las aplicaciones físico-médicas y las tendencias actuales en la investigación en estas áreas. Se contó con docentes expertos del país y del extranjero de reconocida trayectoria en cada una de las áreas, lo que garantizó el carácter interdisciplinario del curso. (Fuente: Prensa Instituto Balseiro)

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