Cerca de cumplirse el proyecto de un centro de radioterapia de primer nivel

A cargo del proyecto Centro Integral de Medicina Nuclear y Radioterapia se encuentra el ingeniero Luis Rovere, quien a su vez es gerente coordinador de la Comisión Nacional de Energía Atómica; conversó con El Cordillerano y explicó que en la obra se prevén bunkers de radioterapia y para el ciclotrón, laboratorios, consultorios, área de recepción, servicios, administración, sectores académicos y de investigación.

“Es un plan muy ambicioso, tenemos la suerte aquí de hacer uno de los centros más grandes, en el sentido de las técnicas de diagnósticos, por un lado con un ciclotrón para concebir radioisótopos, para poder predecir diagnóstico de varias enfermedades, no sólo oncológicas, también cardiológicas y neurológica, todo enmarcado en un centro de formación de recursos, con colaboración del Instituto Balseiro (IB). Además, en la Escuela de Física Médica, tenemos la intención de poder abrir residencias neuroterapéuticas y para médicos nucleares que están faltando mucho en el país.”

Con respecto a la expectativas que el flamante Centro genera en los pacientes indicó que “es un proyecto que tiene los mejores equipos del mundo, no sólo de Argentina, hay una expectativa muy alta, en el sentido que vamos a tener todos los equipos necesarios, estamos ahora en la selección de los médicos, esperamos a la brevedad poder contratarlos. Hemos creado una Fundación para lo que va a ser la operación día a día del Centro, más allá de la estructura” y reiteró: “el día a día lo va a manejar la Fundación, estamos en condiciones de avanzar en todos los aspectos de la operatoria”.

Sobre nuevas técnicas que se experimentan en la actualidad, Rovere explicó que, “el boro está en etapa experimental, está relacionada con una terapia pre-clínica, muy experimental, se hicieron hace varios años tratamientos paliativos, y este año se ha vuelto a irradiar el primer paciente con resultados muy buenos. Pero es una técnica a nivel experimental, en donde hay que cumplir varios pasos aún para que sea una técnica de rutina. La esperanza es que -a futuro- puedan ser técnicas complementarias”.

Ante la consulta sobre la cura total del cáncer y que el nuevo enemigo a vencer sería el alzhéimer para la humanidad, explicó que “hay un indicio que se iría en esa dirección, pero estamos muy lejos de ese diagnóstico, aún el cáncer lamentablemente, es una enfermedad sumamente compleja, en una misma persona el cáncer va mutando, lo que responde -en forma positiva- en una época inicial de tratamiento después no funciona, hay que pasar a otra terapia, además la diversidad entre personas es muy grande, estamos lamentablemente bastante lejos de resolverlo con una pastilla”.

¿Genéticamente hablando? Refirió Rovere que “hay muchas técnicas a nivel de genética, la línea que viene es la medicina de precisión, sin aplicaciones de manual genérico igual para todos, debe haber biopsias para cada tumor, para cada uno de los casos, cada región del cuerpo puede reaccionar de manera distinta y se necesita un grupo de especialistas para poder dar lo mejor para cada paciente”.

El centro que se construye en dependencias del CAB tiene tres plantas, la baja se va a dedicar a la parte clínica (4000 metros cuadrados aproximadamente) más consultorios, los bunker para hacer radioterapia, para el ciclotrón que va a producir los radioisótopos, para después producir los psicofármacos, la radiofarmacia, un tomógrafo, y otros equipos, incluso un repertorio de diagnósticos por imágenes o imágenes moleculares muy avanzadas.

En el primer piso habrá un área académica y de administración como soporte y en el último piso otro lugar académico y la parte de investigación y desarrollo, “digamos las tres patas del proyecto, para ofrecer la mejor de las opciones disponibles”, dijo Rovere.

El proyecto depende del Ministerio de Energía de la Nación y aún no está claro el presupuesto que aprobará el Congreso. La primera parte, que es la de radioterapia, “esperamos que esté lista para marzo de 2017”, se informó.

Además se debe tener en cuenta que la cobertura a brindar abarca el territorio de la IV Zona Sanitaria, Ingeniero Jacobacci, Bariloche, El Bolsón, Esquel, lugares cercanos de Neuquén, en definitiva unas 300.000 personas, según el último censo, estarían -de ser pacientes- bajo un posible tratamiento en esta ciudad. 

Por último Rovere remarcó: “vamos a tener radioterapia aquí, en materia de diagnóstico vamos a tener lo mejor del país, por la fabricación de radioisótopos que nos puede dar el ciclotrón, aunque eso nos va a llevar un tiempo más. Vamos a estar en una posición de producir -en principio- lo más común, como el flúor 18, que es prácticamente el responsable del 80% de los diagnósticos, y luego otros varios radioisótopos. Dependemos del presupuesto operativo para comprar los reactivos y el personal del que podamos disponer”.

Inversión y desarrollo 

Según se informó oportunamente la inversión sería superior a los 300 millones de pesos, este centro contará con un ciclotrón, un laboratorio de radiofarmacia, un equipo de braquiterapia, un acelerador lineal, un PET-CT (que permite obtener imágenes anatómicas y funcionales 2D, 3D y 4D para brindar diagnósticos más precisos de manera no invasiva) y un SPECT/CT (tomografía computarizada por emisión de fotón único combinado con un tomógrafo de rayos X). Este equipamiento es considerado como una de las tecnologías más avanzadas de uso general que permite el empleo de radiofármacos convencionales.

Destinado a investigación, desarrollo, innovación, formación de recursos humanos, diagnóstico y tratamiento, el proyecto busca promover y ejecutar iniciativas de investigación, desarrollo e innovación con rigor científico que estén orientadas a mejorar la calidad de la atención médica a través del desarrollo de tecnología propia de alto valor agregado, capaz de sustituir parcialmente, a costos más accesibles, la que se disponible en la actualidad.

Recursos humanos

Se apuntará a desarrollar recursos humanos en Física Médica, con niveles de Maestrado y Doctorado en el Instituto Balseiro. Se pretende elevar el status del físico médico en la Argentina y la región a partir del acceso a una carrera de Doctorado en Física Médica, además de la existente Maestría en Física Médica ofrecida por el IB y la Fundación Escuela de Medicina Nuclear (FUESMEN).