17/08/2016

El Poder Ejecutivo le impone fuerte competencia a los satélites argentinos

- OTORGO ESPACIO AEREO A EMPRESA EUROPEA -  El miércoles 3 de agosto se publicó en el Boletín Oficial una breve resolución en la que el Ministerio de Comunicaciones autorizó a la empresa New Skies Satellites, propiedad de la europea SES, a brindar servicios en el país con el satélite NSS-806 en la posición orbital 47.5 Oeste. De esta manera surge una dura competencia directa para los satélites argentinos ARSAT 1 y ARSAT 2.

El Poder Ejecutivo le impone fuerte competencia a los satélites argentinos
Los satélites ARSAT podrían ver “invadido” su espacio.
Los satélites ARSAT podrían ver “invadido” su espacio.

El mismo Lino Barañao, ministro de Ciencia y Tecnología de la Nación, funcionario que también participó del Gabinete del gobierno de Cristina Kirchner, en conversación con El Cordillerano, indicó en su momento que la continuidad de la construcción del ARSAT 3 estaba paralizada, a raíz que aún no se había podido vender toda la prestación del, ya en órbita, ARSAT 2. 

Ante la actual decisión de “espacios o cielos abiertos”, este matutino intentó conversar con autoridades de Investigaciones Aplicadas SE (INVAP), quienes declinaron hacerlo a raíz que la operadora es la empresa ARSAT y allí había que remitirse para conocer sobre la nueva resolución del gobierno nacional. 

En comunicación con personal de ARSAT, en Buenos Aires, no existieron respuestas concretas con respecto a la modalidad adoptada por el Poder Ejecutivo Nacional, que pone en jaque la continuidad de las construcciones y puesta en órbita de otros satélites argentinos.

La medida y las declaraciones con respecto a la continuar de la construcción de nuevos satélites en Argentina, preocupa a directivos y personal de INVAP y si bien no se hicieron expresiones públicas al respecto, es evidente que la empresa radicada en Bariloche, podría perder mucho dinero, tanto es así que se buscan otras alternativas en distintos campos con la finalidad de mantener la estructura económica y de empleo.

La resolución oficial generó inquietud entre los especialistas porque avala parcialmente una maniobra de corrimiento de posición en el espacio, aunque el SES 6 todavía no esté autorizado a operar en el país, y lo hace apoyándose en una serie de normas que liberalizaron el sector entre fines de los 90 y comienzos de 2000 abriendo lugar a la competencia extranjera, política que entra en contradicción con la Ley 27.208 de Desarrollo de la Industria Satelital aprobada en noviembre del año pasado. La decisión se toma en medio de una silenciosa, pero fuerte presión que vienen ejerciendo desde el sector privado, e incluso desde adentro del gobierno, para avanzar hacia una política de cielos abiertos satelitales que barrería definitivamente la industria nacional vinculada a esa área espacial.

Según explicó Miguel Ángel Pesado, presidente de la Fundación para el desarrollo de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (FUNDTIC), la decisión del Ministerio de Comunicaciones de autorizar el cambio de posición orbital del satélite de SES NSS-806 haciendo referencia al acuerdo de reciprocidad y obviando cualquier mención a la ley de Desarrollo de la Industria Satelital, lo que se hace es convalidar una mayor liberalización en detrimento de la industria nacional. 

La resolución 274 que autoriza el cambio de posición orbital de SES podría ser la punta de lanza de una serie de autorizaciones que están en carpeta. De hecho, el satélite E 117WA de Eutelsat Américas, lanzado hace poco tiempo, cubre Argentina con banda Ku y podría solicitar autorización para operar. Algo similar ocurre con el SES 6 que todavía no está autorizado en Argentina aunque brinda servicios en el resto de Sudamérica rivalizando con ARSAT 1 y ARSAT 2. “Hay cuatro o cinco satélites muy grandes, con motores eléctricos y grandes cargas a bordo que tienen una capacidad de ancho de banda ampliamente superior a la del ARSAT-2. Eso significa que pueden bajar el precio, lo cual no es malo para la gente, pero para la industria satelital argentina podría tener un impacto devastador”, remarcó Pesado.

La especulación que formula Pesado no es casual, pues en el gobierno hay varios funcionarios que vienen presionando para que se implemente una política de cielos abiertos con el objeto de generar mayor competitividad en el mercado de las telecomunicaciones. (Fuente: El Cordillerano y Página/12)

Tecnología de nivel mundial

Argentina es uno de los diez países del mundo capaces de fabricar este tipo de tecnología satelital de comunicaciones, sin embargo desde el gobierno se dijo que el ARSAT 2 era un satélite vacío y sin clientes. Con ese argumento, se paralizó la producción del ARSAT 3, cuya fabricación ya se había iniciado en la empresa rionegrina INVAP.
En noviembre del año pasado, el Congreso sancionó la Ley 27.208 de Desarrollo de la Industria Satelital, que la estableció como política de Estado y aprobó el Plan Satelital Geoestacionario Argentino 2015-2035. Este programa estipula que en los próximos 20 años se construyan al menos ocho satélites para uso propio o para terceros.

ARSAT es algo incómodo para el gobierno 

Guillermo Rus, ex vicepresidente de ARSAT, fue consultado sobre si era cierto que el ARSAT 2 no tenía clientes. Respondió que la misión del ARSAT 1 era reemplazar al Nahuel 1. “Cuando su vida útil se agotó, se migraron todos los clientes a un satélite alquilado hasta que se puso en órbita el ARSAT 1 y se subieron a éste. En el caso del ARSAT 2 era más complejo, porque Nahuelsat no había puesto en órbita un segundo satélite. Lo que se fue resolviendo mientras tanto, incluso antes de que llegara Matías Bianchi a la presidencia de ARSAT, fue vender el servicio a partir de satélites alquilados a Intelsat (un importante fabricante internacional)”.

Asimismo explicó que “Arsat alquilaba parte de la capacidad de diversos satélites y la vendía a clientes en la Argentina. La estrategia era migrarlos al ARSAT 2, pero se trataba de una migración más compleja porque había que hacerla desde diversos satélites e iba a llevar más tiempo. En el caso del ARSAT 1 y el satélite alquilado, estaban en la misma posición, la 72, por lo tanto fue más sencillo porque casi no había que orientar las antenas. Esos tres clientes que ARSAT ya tenía iban a ocupar un 30% de la capacidad del satélite”. 

Además, dijo, “el ARSAT 2 implicaba un desafío comercial más fuerte porque, a diferencia del 1, tiene una cobertura continental. Por eso, la empresa decidió poner mucho foco en el área comercial. De hecho, se dejó de pensar en ARSAT como una empresa de proyectos y se la empezó a pensar como una empresa de servicios y en los últimos años se quintuplicó la facturación. Entonces, que ahora se salga a decir que no se le prestó atención al área comercial es parte de esa campaña de desprestigio que buscan generar”. 

Rus indicó que “con los ARSAT 1 y 2, la Argentina se posicionó como constructor de satélites a nivel mundial y esto es una gran responsabilidad. No se pueden generar discontinuidades porque para demandar más satélites hay que ser comercialmente agresivo, hay que expandirse. También es importante para mantener los puestos de trabajo, que son muchos”. 

Por último el ex vicepresidente señaló con respecto a la paralización del ARSAT 3 que “creo que la discusión pasa por definir qué quieren hacer con ARSAT, qué perfil quieren darle. ARSAT es una empresa que fue concebida con la decisión estratégica de desarrollar una industria tecnológica de alto valor agregado, con un rol como mayorista de telecomunicaciones, que pueda apalancar a las PyME del sector y que tenga la misión de llevar internet y televisión a todos lados, incluso a quienes no puedan pagar el servicio. Pero seguir con el plan de construcción de los ocho satélites que estipula la ley tiene sentido si hay un plan estratégico y comercial. Sin los cimientos, se cae todo. Entonces, por más que (Lino) Barañao diga que hay continuidad en los proyectos del Ministerio de Ciencia y Tecnología, ¿para qué se va a mejorar la plataforma si no van a seguir construyendo satélites? Me llama la atención que nunca mencionan la ley que se aprobó el año pasado, la ignoran. Yo creo que ARSAT es algo incómodo para el gobierno porque la construcción y el lanzamiento de un satélite es un éxito del gobierno kirchnerista. Y les incomoda como instrumento del Estado. Es difícil mantener una empresa estatal competitiva en un gobierno que es bastante permeable al sector empresario externo. El actual presidente de ARSAT está en un dilema, porque no creo que como presidente quiera que le vaya mal a su empresa”. (Fuente: Agencia TSS)

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