02/07/2016

Carolina Biscayart presentó su libro

- “LA TRAMA QUE SOSTIENE LOS JARDINES” - El segundo de poesía y el cuarto de su trayectoria. Contó con la complicidad de Cecilia Fresco y el aporte de otros artistas. Un grato acontecimiento que celebró una gran publicación.

Carolina Biscayart presentó su libro
Carolina Biscayart y Cecilia Fresco, una dupla punzante.
Carolina Biscayart y Cecilia Fresco, una dupla punzante.

En la última semana se animaron a diatribas sobre fútbol incluso quienes nunca ingresaron a un campo de juego o jamás calzaron botines. Aprovechemos esa atmósfera para plantear una metáfora: Carolina Biscayart y Cecilia Fresco no dieron tiempo a que nadie se acomode, obviaron el período de estudio y mientras los últimos plateístas buscaban su lugar, trazaron una jugada monumental que dejó sin aliento a las tribunas. Que digo gol, ¡golazo!

Fue durante la presentación de “La trama que sostiene los jardines”, el segundo libro de poesía de la primera y cuarto de su trayectoria.

Según ya informara “El Cordillerano”, el volumen es una de las cuidadas publicaciones que logró la Editora Municipal Bariloche (EMB) como resultado de su primer concurso. Precisamente, Biscayart logró el primer premio del género y si bien hace meses que el libro está listo, recién el jueves último maduraron las condiciones que hicieron posible su presentación al público.

Apenas si puso en clima a la sala de prensa Eliana Navarro, artífice de la EMB. Después de sus breves palabras, las dos escritoras iniciaron un dueto de lecturas que no dio respiros, sin prolegómeno alguno. Pura belleza, los análisis y comentarios quedaron para más tarde, cuando usualmente se estila el orden inverso. Además, en alguna ocasión leyeron el mismo texto, con la riqueza que deriva de la diversidad de miradas.

Los destellos comenzaron con “Declaraciones y constancias”, el poema de Biscayart que arranca con una cita de Graciela Cros: “la poesía no es una declaración jurada”. Y después, los versos más sentidos y a la vez desafiantes de la autora: “No amerito / como madre mujer poeta laburante / me lo han hecho saber / en precisas y diversas ocasiones”. Leía Biscayart y leía Fresco, así hasta elaborar una sucesión poderosa de entendimientos vistosos que se plasmó en la red y se prolongó hasta el momento del aplauso.

Después sí, llegó el momento de la reflexión y el detenimiento, a cargo de la vecina de Villa La Angostura. Puntualizó Fresco que al tratarse de la cuarta publicación de la comentada, ya puede tenerse “un panorama de obra” a pesar de sus incursiones en narrativa y también en poesía.

O más bien, precisamente a partir de esa diversidad de géneros en la escritura de Biscayart. Los precedentes son “Invenciones” y “El amor, sólo una idea” (cuentos); más el relativamente reciente “Eso otro se llama luna”.

Claves de sentido

Detectó la también poeta y novelista que en “La trama que sostiene los jardines”, “los títulos de los poemas son muy bellos. Son juguetones, irónicos y está bien buscar en ellos la clave de sentido. Son muy hermosos en sí mismos”. Resaltó Fresco las reminiscencias que encontró durante las lecturas a Wislawa Szymborska, poeta polaca a cuya lectura estaba consagrada Biscayart mientras escribía los poemas que luego agrupó en “La trama que sostiene los jardines”.

Ironizó sobre el “deber ser” que se atribuye a las poetas mujeres, en relación a las consabidas intuición y sensibilidad. “Pero las mujeres también piensan, opinan, son capaces de ser irónicas y pueden decir que lo que duele, duele”. “Este es un libro amigo -añadió Fresco- al que uno siempre vuelve. Creo que ya lo leí unas diez veces”, compartió. “Es un libro muy cercano. Habla de los padres, los hijos, los abuelos… Del dolor irremediable pero sin languidez. No hay una concesión a la melancolía”, precisó.

Para la comentarista, en sus páginas “está la vida misma, la poeta misma dentro del libro. Acá hay algo relacionado con la verdad íntima. Esto es lo que Carolina tiene que decir, aunque no sea lindo o correcto. Es la verdad personal, de la que uno no escapa. Acá hay lugar para la imperfección y eso me parece importante, porque personalmente creo que la búsqueda de la perfección es la infelicidad misma”, determinó la autora de “Realidad vs representación”. Sabe de lo que habla. Y para terminar de graficar, leyó el poema “Vaya a cucha” (ver recuadro).

Después de las palabras de Fresco, ésta formuló algunas preguntas a título de conversatorio, es decir, aquella modalidad que supone una suerte de entrevista con público, aunque muy distendida y también emotiva. Buena parte de la charla giró en torno a los temas que ya ventiló “El Cordillerano” cuando entrevistó a Biscayart en marzo pasado. Al término del diálogo, leyó unos poemas el periodista Santiago Rey.

El momento absolutamente mágico de la noche corrió por cuenta de Laura García Rodríguez, otra vecina de Villa La Angostura. Valiéndose de una calimba, de un paño, luces y pequeños fuegos, interpretó algunos de los poemas de “La trama que sostiene los jardines” con la oscuridad, las sombras, las intensidades y los colores como aliados. Un espectáculo aparte... Las cosas finalizaron con la música que aportaron Pablo Rasetto (voz y guitarra) y Víctor Batán (percusión), muy agradecidos por la convocatoria. Desde diversos lenguajes se hizo honor a un gran libro.

AM

Vaya a cucha

Si no supo ser padre
si fuma marihuana por las tardes
o tabaco como escuerzo en la oficina
si ya la cagó tres veces
si es una pila de nervios
si encontró el amor a meses de su boda
si se fue de casa y lo tragó la tierra
si se cuelga en las mañanas
si lo único que lo hace reír es el tinto con amigos
si no le sale la voz
si le reza a la virgencita de Lourdes
si vive de noche si muere de día
si es más puta que las putas
si pintó flores o calaveras en las paredes
si sólo ama por Facebook
si no recibe visitas
si es enfermo del trabajo
si tiene siete hijos
o no tuvo ninguno
si repite un mantra cada noche
si hay cucarachas en su living
si prefiere el silencio
en las habitaciones
prolijas, perfumadas
el dedo
que pone nombres a las cosas

en algún rincón de cualquier casa
cerca de cortinas, roperos, dedos índices
hay un espejo
cada tanto hay que mirarse
con más información
que la imagen de una cara.

Carolina Biscayart

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