15/05/2013

El hambre no sabe de frío

El viento helado que congela las manos, las orejas que duelen y sin embargo, trabajadores que reciclan residuos y, familias en busca de comida y materiales para vender, para sobrevivir. El hambre no sabe de días fríos, los hijos esperan en casa para poder comer algo de lo que la gente lleva del Vertedero Municipal.

El hambre no sabe de frío
Una realidad que conmueve.
Una realidad que conmueve.

Una realidad que duele al observar que gente de distintos barrios, debe necesariamente, llegar hasta el Vertedero Municipal en busca de comida que llegan en los camiones que llegan hasta el lugar.
Es lo que podemos hacer, cuenta la gente que se niega a salir en fotos, “buscamos algo para comer y algunos metales para poder vender y contar con algunos pesitos”, dicen mientras se frotan las manos para aliviar el intenso frío que recorre el lugar.
En otro espacio, trabajadores con ropa no adecuada para aliviar el helado viento, buscan elementos que sirven para trasladar hasta el galpón y reciclarlos.
“No podemos decirles que se vayan, sería una pelea de pobres contra pobres”, confesó una de las mujeres que, hace más de cinco años que sobreviven en este estado.
“Sería bueno que algún funcionario pase una tarde o mañana de frío en el lugar, quizás así se daría cuenta lo que tenemos que sufrir en este trabajo”, expresó otra laburante.
Entre los comentarios vertidos es que, siguen ingresando niños al Vertedero Municipal, hecho que siempre se ha negado desde las autoridades pertinentes.
“Algunas personas ya están resignadas”, confesó un trabajador, mientras, entre los residuos, elegía los materiales que servirán para su clasificación y venta.
Según se pudo saber, existiría un horario para permitir el ingreso de familias que no trabajan en la ARB, quienes, entre otras cosas, buscan comida, ropa y materiales. W.D.

 

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