29/04/2013

Hay que leer a la gran Rosabetty Muñoz

-HABLAN MARAVILLAS DE SU OBRA- Estuvo en Bariloche por segunda vez para tomar parte del reciente Encuentro Binacional de Poesía Argentino Chilena. Sus colegas de aquí la admiran profundamente y ella, encuentra puntos de contacto entre las poéticas del sur de Chile y del oriente cordillerano.

Hay que leer a la gran Rosabetty Muñoz
Rosabetty Múñoz.
Rosabetty Múñoz.

El sentimiento fue mutuo. “Me gusta muchísimo pensar que no tendríamos que estar cruzando ninguna cordillera porque tenemos demasiadas cosas en común en la Patagonia”, proclamó la oriunda de Ancud. “De verdad, me siento con tremenda confianza cuando vengo, porque he ido a varias partes del sur argentino donde hay poetas súper interesantes que conocen mucho de poesía chilena. Entonces, intercambiamos libros, revistas y creo que se ha formado una especie de comunidad de lectores”.

Según la poeta, ese colectivo “es más importante que cualquier iniciativa que pueda tomarse del tipo institucional aunque además, agradezco que ocurran estas cosas institucionales porque pueden ir profundizando el esfuerzo y permanecer más en el tiempo. Sobre todo porque sé que los poetas argentinos no tienen subvenciones estatales para cultura, entonces cuando se hace un encuentro, se mueve o publican, el trabajo es mucho esfuerzo”, reseñó.

Cabe recordar que si bien la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Bariloche hizo de anfitriona, el cónclave poético fue capaz gracias a la iniciativa del Consulado General de Chile en esta ciudad, mientras que recayó en Vanesa Arroyo la tarea práctica de organizarlo. “Entonces, creo que es muy bueno que existan estas instancias donde nosotros podemos venir a escuchar a los compañeros poetas de acá en vivo, porque es muy impresionante escuchar a la persona en su propia voz”, opinó la autora de “Polvo de huesos”.

Contacto enriquecedor

Añadió que “por todo eso, es muy enriquecedor tener el contacto con los poetas de aquí... Como digo, estamos muy cerquita, somos vecinos, tenemos una historia, un paisaje y un sentir común. Hay tantas cosas que rastrear, muchísimas más de las que aparentan. Entonces, en esa búsqueda, qué mejor que la poesía como lenguaje para buscar esa identidad en común”, insistió la escritora.

Desde su última visita hasta ayer nomás, a Rosabetty Muñoz le “pasa lo que pasa con la gente de mi edad.... Uno ya tiene un circuito de lectores que será chiquito pero está. Como dice un amigo mío, uno tiene sus lectores aunque a veces los conozca con nombre y apellido... Entonces, he seguido publicando, he publicado un par de libros y creo que el más importante es el que acaba de salir ahora por Ediciones Tácitas y se llama Polvo de huesos... Es la lectura de un poeta que se llama Kurt Folch, que hizo un lectura de todos mis libros anteriores y entonces, esta es una antología. Una mirada de alguien respecto de mi trabajo y eso siempre es importante para uno, porque los 50 años que tengo es un punto interesante para mirar para atrás, lo que se ha hecho y también para pensar en cómo voy a seguir. Yo no quiero encontrarme administrando lo que ya hice, quiero seguir pensando, soñando y proyectando otras cosas. Entonces, también es bueno porque con una antología, uno también despacha ese trabajo. Ahora estoy en otra cosa”, anunció. Sus libros (y otros) deberían circular libremente a uno y otro lado de la cordillera... Sin dudas.

Con Chile

Cabe recordar que si bien la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Bariloche hizo de anfitriona, el cónclave poético fue capaz gracias a la iniciativa del Consulado General de Chile en esta ciudad, mientras que recayó en Vanesa Arroyo la tarea práctica de organizarlo.

Semblanza de la poesía barilochense

La poesía de Bariloche y la que se escribe en el sur de Chile “se parecen harto”, según apreció la poeta chilena Rosabetty Muñoz. Los versos que aquí se escriben tienen que ver con “muchas de las poéticas nuestras: están buscando la historia, están buscando en el paisaje ciertas claves para leer el presente. Me parece que están muy atentos a las señales del tiempo de hoy y eso me gusta mucho”.

Describió la escritora que la de aquí “no es una poesía que esté anclada en el pasado emocionalmente y tampoco es individualista, no es una expresión del ser único y personal sino que hay una mirada más amplia sobre la comunidad. Tenemos harto en común con la gente que leyó (el jueves en la Biblioteca Sarmiento) en ese sentido: una mirada bien alerta al mundo contemporáneo y también, esa especie de humildad que creo que nos dio a los poetas chilenos después de la dictadura, es decir, no ser tan grandilocuentes con la palabra sino más bien, rastrearla desde su sencillez”.

La vecina de Chiloé sostuvo que “para mí la poesía tiene mucho de misterio pero también mucho de comunicación: necesita al otro que está al frente e ir por unas aguas comunes de entendimiento. Entonces, al lenguaje que es directo y de alguna manera representativo de cierto mundo de la realidad, también es interesante escucharlo y ver la manera en qué se está construyendo. Todos los trabajos rastrean una identidad desde el punto de vista poético. Entonces, buenísimo como territorio”, definió.

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